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20 de octubre de 2008
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La foto era para el perro

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - En uno de mis recorridos por San Francisco de Paula, municipio San Miguel del Padrón, sentí curiosidad por tirar fotos a un auto Lada perteneciente a Criminalística. El auto de la policía estaba estacionado en Buena Suerte, entre Esperanza y Santa Elena. A pesar de estar ubicado en un sitio de tanto beneplácito (lo digo por el nombre de las calles), mi suerte se vino abajo. 

Dentro del auto se encontraba un oficial del Ministerio del Interior y su perro, un pastor alemán. Desde su asiento, me ordenó borrar las fotos. Sin esperar, me le acerqué, puse frente a él la cámara y borré las imágenes.  

Cuba es el país de las restricciones, las resoluciones, las medidas emergentes y las circulares que no circulan. También es el país de las subordinaciones en masa, los emblemas, las emulaciones y las metas a cumplir. Parte de este entramado de directrices, concebidas en un solo sentido y con un único propósito, es desconocido por los diferentes sectores sometidos a determinada ley o propuesta de ley, que es lo mismo. 

En tal sentido, puede mal interpretarse o manipularse una orientación, sea continua o circunstancial. Por ello, nuestra sociedad se ve regulada e inhibida de hacer o decir, sin la menor explicación o divulgación de un engendro legislativo. 

Un colega de la prensa oficial fue tocado por una de esas regulaciones fantasmas que se aplican por la sencilla razón de que “viene de arriba”, frase utilizada más como pretexto que como deber social o laboral.  

Un reportaje del periodista Yadier Balmach, publicado el domingo 12 de octubre por el periódico Tribuna de la Habana, expone brevemente cómo existe una circular, desconocida hasta el momento, que prohíbe el uso de cámaras dentro de las tiendas recaudadoras de divisas. 

El texto, titulado Engaño en divisa, más bien se centra en irregularidades en los productos y precios en el centro comercial capitalino de 26 y 17, en El Vedado. A pesar de que el portero del mercado le prohibió al reportero tirar fotos, en el material publicado aparecen los estantes. 


No sólo se congelan los lentes de una cámara a la entrada de una tienda o mercado que oferte productos en divisas. Es frecuente, en el mejor de los casos, que un policía de infantería te ordene borrar las instantáneas digitales de un basurero, un tumulto o un edificio en derrumbe, por considerar que dichas acciones son “atentados contra la seguridad nacional”. 

Sabemos que en Cuba, como quizás ocurra en otros países, está prohibido el uso de cámaras en museos, bancos, correos y tribunales. No existe ley constitucional alguna que prohíba esta actividad en cualquier otro sitio del país. Por ello, el periodista Yadier Balmach cataloga el incidente de “ilegal orientación”.  

Pero el régimen cubano tiene mucho que esconder. Por ejemplo, que un litro de aceite cuesta un tercio del salario mensual de un obrero; las fachadas, los salideros, la insalubridad, los mendigos, la represión y la desobediencia social. 

A pesar de no lograr las imágenes de la patrulla de Criminalística, me retiré satisfecho de haberlo intentado porque creo haber sobrepasado los límites impuestos. Con tono amable le dije al oficial: 

-¡Qué lástima, usted quedó de lo mejor!  

Mi esposa, un poco más dolida que yo, le dijo con tono desafiante:  

-Chico, la foto era para el perro.  

No se sí se habrá preguntado:

-¿Para cuál de los dos?

odelinalfonso@yahoo.com
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