I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I NOSOTROS I NOTICIAS POR E-MAIL
10 de octubre de 2008
IMPRIMIR

Huracanes imperceptibles

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Desde el portal de un vecino, Aleida Cardo Briso y Félix Serafín Álvarez, en compañía de sus hijos, vieron reducida a escombros su casa de mampostería. Con ella se desmoronaron largos años de desvelos, ahorros y privaciones de todo tipo. En cada ladrillo sobre el suelo una batalla pérdida, una oración de súplica.  

La mañana del 19 de septiembre fue demolida la casa de Aleida y Félix, ubicada en calle 1ra, número 640, entre Ayestarán y Ayuntamiento, municipio capitalino Cerro. La acción no fue a la cuenta de los vientos huracanados de Gustav e Ike, autores del peor desastre habitacional en la historia de estos fenómenos a lo largo y ancho de la isla.  

Esta vez fue otra la fuerza demoledora, huracanes imperceptibles que echan injustamente a la calle a quienes califican de “elementos o ilegales”. Las autoridades municipales de la vivienda en el municipio solicitaron la presencia de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) para sacar por la fuerza a la familia. Minutos antes los vecinos más solidarios se encargaron de evacuar a tiempo todos sus bienes.  


Entre los desalojados también se encontraban el hijo mayor de Aleida, Luis Ángel Giralt Cardo, un adolescente de 15 años con problemas mentales, y el menor de cinco años, Félix Daniel Álvarez. Además, convivía con la familia Acela Montalvo, de 59 años, que sufre esporádicamente de ataques de esquizofrenia. 

Acela fue trasladada, sin estar en crisis, hacia el Hospital Psiquiátrico de la Habana, ubicado en el municipio capitalino Boyeros. Hasta la fecha, permanece internada bajo medicación.  

Este no ha sido el primero ni el último capítulo de desalojo o demolición de una vivienda en cincuenta años de dictadura. Se ha podido determinar en la mayoría de los casos el móvil que origina una acción de esta índole, casi siempre justificable y avalada por quienes la ejecutan. 

Aunque suelen ser eventos aislados, caracterizados por incursiones en las que participan la Policía Nacional Revolucionaria y los factores de la comunidad, dígase la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), no cuentan con la aprobación de la población. 

La mayoría de los desalojos son ejecutados contra familias que ocupan ilegalmente una vivienda vacía, generalmente aquellas que fueron clausuradas porque sus moradores abandonaron legal o ilegalmente el país. Sin embargo, las casas que son objeto de demolición, fueron levantadas sin la debida autorización en terrenos del Estado. 

Alrededor de 400 mil cubanos permanecen albergados provisionalmente en campamentos, escuelas o almacenes estatales en desuso, después que sus viviendas colapsaron ante el paso de los huracanes Gustav e Ike.

Mientras el gobierno hace sus ademanes por solucionar la crisis habitacional, las familias crean sus propios espacios de convivencia. Se dividen los almacenes y las escuelas en pequeños cubículos que simulan una nueva casa, lo que demuestra sin dudas que presienten el tiempo ilimitado de su permanencia. 

Félix Serafín Álvarez no se apropió de un terreno estatal para construir su casa. Por prescripción médica levantó un pequeño apartamento encima de la propiedad de Acela Montalvo, ex suegra de Aleida Cardo Briso. La convivencia entre Acela y Luis Ángel Giralt Cardo era insostenible debido al deterioro mental progresivo de ambos.  

Luis Ángel quedó al cuidado de su tía, Mercedes Giralt, quien vive en el reparto Frank País, municipio Arroyo Naranjo. Aleida, Félix y el menor Félix Daniel Álvarez permanecen en la calle.  

Esta familia no se deleita con la actuación de las brigadas artísticas, que ofrecen espectáculos a los damnificados por los huracanes. Tampoco tiene cabida en los albergues provisionales porque no está dentro del marco de la recuperación. Su huracán fue otro. Tan imperceptible que no debe, o no puede ser visto por los radares de la dictadura.

odelinalfonso@yahoo.com

 

GALERÍA DE ARTE
Paisaje de Ruperto Jay Matamoros
Litografía. Quitrín, La Habana, Cuba, 1850
GALERÍA DE FOTOS
REVISTA CUBANET

.TIENDA

La Tienda de Cubanet
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.