I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I NOSOTROS I NOTICIAS POR E-MAIL
19 de noviembre de 2008

 

OPINIÓN
 

¿El final del mito? 

Adrián Leiva 

La elección de Barack Obama es un giro en la visión que el resto del mundo tiene sobre los Estados Unidos. La necesidad de un cambio en el orden económico que permita el funcionamiento de las instituciones democráticas, son una demanda no sólo de los países del tercer mundo sino de los propios estadounidenses.  

La reunión del pasado fin de semana del grupo G-20, puso sobre el tapete la necesidad de un mayor control por parte de los estados en la dinámica del comercio y las instituciones financieras. 

El liderazgo mundial de los Estados Unidos vuelve a la cima y la mayoría de la población mundial, así como los gobiernos, le otorgan un boleto de confianza como primera potencia mundial.  

Esta popularidad y los cambios que se avecinan dejan sin discurso y escenario a quienes han vivido durante años del enfrentamiento con los norteamericanos, siendo en la práctica los verdaderos imperialistas contra sus propios pueblos. 

En el caso cubano, la elección de Obama pone en peligro la careta que ha sostenido el carnaval de la dictadura de Fidel Castro durante cincuenta años. Ya se observan los sutiles ataques que el ex gobernante cubano está haciendo en sus reflexiones sobre el popular Obama. 

La posibilidad de que la nueva administración realice un inteligente cambio de política hacia Cuba y deje sin argumentos al gobierno de la Habana se hace cada vez más palpable. Los recientes escritos de Fidel no dejan duda de su preocupación. 

Por otra parte, el Presidente Hugo Chávez, ha bajado la guardia en sus tradicionales ataques contra los Estados Unidos. 

La situación interna de Venezuela y el fracaso de su modelo político que ha sobrevivido hasta ahora gracias a los altísimos precios que mantenía el petróleo pone en franca desventaja su permanencia en el poder. Los sondeos de opinión marcan un avance de la oposición en importantes estados y municipalidades que tendrán elecciones la próxima semana, donde se espera una derrota de los chavistas.  

Desde hace tiempo se observa una marcada diferencia entre Fidel y Raúl Castro en relación a Hugo Chávez. Para el ex gobernante cubano el inquilino de Miraflores es la continuidad de sus anacrónicas ideas; para Raúl,  Chávez es sólo el hombre que ayuda a mantener su gobierno.

La visita de Raúl Castro a Brasil, la primera que hará en su condición de jefe de Estado, deja una lectura bien clara de que su mirada no está puesta en Venezuela.  

Habrá que esperar unos meses para saber cómo tratará el nuevo gobierno norteamericano el caso Cuba. La realidad es que Fidel ve por primera vez una amenaza real en el gobierno que se estrena el 20 de enero.  

Para el pueblo cubano, el embargo no es la causa principal de la situación tan crítica que se vive en Cuba, causada por el desgaste del sistema. Se trata de una “candela” difícil de apagar que ahora tiene en sus manos el actual presidente Raúl Castro, en una franca carrera contra reloj. 

El tema de las relaciones con los Estados Unidos pondrá al relieve si la rama de olivo lanzada lleva implícita también una revisión unilateral por parte de La Habana del tema de la violación de los derechos humanos en Cuba. A fin de cuentas, estamos en la antesala de la caída de un mito. 

 

REVISTA CUBANET
GALERÍA DE FOTOS
Fotos de Nury A. Rodríguez
GALERÍA DE ARTE
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.