26 de mayo de 2008       VOLVER AL INICIO
 
 

Mucho ruido y pocas nueces en el último zafarrancho de Cuba y Estados Unidos

Terra.com

El último zafarrancho de Cuba y Estados Unidos hizo correr ríos de tinta esta semana, al denunciar La Habana que diplomáticos norteamericanos acarrearon varios miles de dólares de un supuesto terrorista de Miami a la oposición interna, pero no ha tenido hasta ahora mayores consecuencias.


Diplomáticos y analistas comentaron a Efe que el rifirrafe se quedó en encendidas declaraciones de funcionarios y la prensa oficial de Cuba, que tildaron de 'mula' (correo de narcos) al principal representante de EEUU en la isla, Michael Parmley, pero ni siquiera lo declararon 'no grato' ni exigieron su retiro.

Tampoco se cursó una queja por vías diplomáticas, sino que todo se limitó a ruedas de prensa -la principal del canciller Felipe Pérez Roque- y a arrebatadas denuncias en los medios estatales, como el mismo Parmley señaló esta sábado en un comunicado.

Los disidentes que recibieron dinero del cubano-norteamericano Santiago Alvarez, preso en EEUU por tenencia ilegal de armas, fueron calificados nuevamente de 'mercenarios' al servicio de Washington, pero ninguno ha sido detenido hasta ahora.

'Todo esto debe ser un mensaje, pero no veo claro de qué ni para quién', comentó a Efe un diplomático europeo.

Agregó que le parece poco probable que haya ahora una oleada represiva como la que llevó a 75 opositores a la cárcel en la primavera de 2003, sobre todo por la reciente llegada a la Presidencia del general Raúl Castro tras medio siglo de su hermano Fidel en el poder.

La Unión Europea impuso sanciones a Cuba en 2003 por aquellas detenciones y actualmente estudia si las mantiene o las levanta.

Pérez Roque afirmó que no cree que Europa tenga razón para molestarse o cuestionar 'el derecho de Cuba a denunciar públicamente los resultados de una investigación sobre terrorismo'.

Las denuncias se basan en correos electrónicos y llamadas telefónicas interceptadas y divulgados esta semana por funcionarios y medios oficiales, que se refieren a entregas a opositores de varios miles de dólares supuestamente enviados por Alvarez.

Pérez Roque emplazó el jueves al presidente norteamericano, George W. Bush, y a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a responder a esas acusaciones.

Pero el comunicado de Parmly replica que si a Cuba le preocupa la conducta de los representantes de EEUU en la isla, 'debe comunicarlo a través de los canales diplomáticos oficiales, en vez de convocar a conferencias de prensa'.

El canciller cubano acusó a Parmly de acarrear dinero de la fundación de Rescate Jurídico, establecida en Miami y supuestamente dirigida por Alvarez, e incluso de adelantar fondos de su bolsillo a los disidentes.

El zafarrancho comenzó el lunes 19 con una rueda de prensa de la directora para América del Norte de la Cancillería cubana, Josefina Vidal, y el director del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, Manuel Hevia.

El martes y el miércoles continuó con amplio despliegue en los medios de comunicación cubanos, todos estatales, y el jueves tuvo su apogeo con la rueda de prensa de Pérez Roque, que empezó bromeando sobre una semana 'tan movida y tan divertida'.

Washington contesta que seguirá dando 'asistencia humanitaria' a los 'presos políticos' cubanos y sus familiares, que 'son mal tratados por su propio gobierno', y que las organizaciones privadas de EEUU tienen igualmente el permiso de la Casa Blanca para hacerlo.

Los opositores citados en las denuncias se mostraron intranquilos, pero dicen que se trata de la 'campaña permanente' de desprestigio que instrumenta el gobierno en su contra.

Laura Pollán, de las Damas de Blanco, familiares de los 75 presos políticos de 2003, y acusadas por el Gobierno como receptoras de 2.400 dólares (unos 1.500 euros) de Miami, dijo a Efe que el régimen 'ha buscado una campaña para desacreditarnos y son capaces de cualquier cosa'.

La principal opositora involucrada, Martha Beatriz Roque, declaró que teme ser detenida nuevamente y que no va a hacer mayores valoraciones sobre las nuevas acusaciones hasta que termine 'la novela por capítulos' de la denuncia oficial.

 

 

 

 

 
 
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