23 de mayo de 2008       VOLVER AL INICIO
 
 

“Cuba necesita que recuperemos el espíritu del 20 de mayo”
Carlos Alberto Montaner

Por Iliana Lavastida Rodríguez
Diario Las Américas

“Con el mismo orgullo y esperanza que en Mayo de 1902 se instauró la República, las generaciones actuales de cubanos pueden recuperar nuestro país porque tenemos el potencial humano y después de la amarga experiencia de estos últimos cincuenta años, la sociedad está completamente escarmentada para no dejarse seducir nuevamente por ilusiones”.

De la forma ecuánime y argumentada que acostumbra a hacerlo, y cuando la situación actual en Cuba trae consigo una serie de análisis y pronósticos, el periodista y escritor Carlos Alberto Montaner ofreció sus opiniones para Diario Las Américas, a propósito de la conmemoración del 106 aniversario del hecho que marcó un hito en la historia de Cuba como nación.

“Remontándonos en el tiempo y refiriendo el acontecimiento que ante el mundo trascendió como la proclamación de la República de Cuba, debemos reconocer que el 20 de Mayo de 1902 fue un momento de orgullo y de gran esperanza. Cuba surgió a la independencia con muy pocas limitaciones a su soberanía e incluso con pocos problemas” –aseguró Montaner.

Sin embargo, resulta necesario el esclarecimiento de ciertas interpretaciones que han trascendido a través del tiempo, algunas provocadas por análisis superficiales y otras tergiversadas con toda intención, como es el caso de la versión inculcada a los nacidos en la isla después de 1959, acerca de que la república nació mediatizada debido a la firma de la Enmienda Platt.

“El hecho de impugnar a la enmienda Platt el fracaso de la república, constituye un pretexto porque analizado en el contexto histórico en que fue firmado con todo y sus limitaciones, ese tratado más bien resultaba favorable por cuanto protegía a Cuba de cualquier posible invasión. Estados Unidos la instituyó para su propia seguridad, por su cercanía geográfica con la isla, pero igual nos favorecía”.

“Lo que realmente echó a perder La República y comprometió su futuro fue que desde sus inicios, la clase dominante cubana no respetó el estado de derecho y esa es precisamente la base del funcionamiento de la estructura llamada república en la cual, lo que debe prevalecer, incluso para quienes tienen en sus manos el poder del estado, es el imperio de la ley”.

“El diseño republicano, está concebido para proteger al individuo, es una estructura tan débil como difícil de mantener y por tanto requiere un aprendizaje porque en ella todo funciona a partir de una competencia. Únicamente se ha logrado instaurar debidamente la república en aquellos países donde la competencia funciona tanto en el terreno político como en el económico, en los que el estado funge como arbitro imparcial y no como otorgante de privilegios”.

Ese papel deformado del estado se vio pasar durante la mayoría de los gobiernos que sucedieron en Cuba después de 1902, según los análisis de este estudioso de la historia, y se recrudeció en su máxima expresión en la isla con la estructura instaurada a partir de enero de 1959.

“En estos momentos, lo que Cuba necesita es que volvamos al espíritu del 20 de Mayo de 1902, cuando creíamos abrumadoramente en la posibilidad de un país próspero, pacífico e independiente, que se desenvuelva como una de las naciones civilizadas del mundo. Aún en las circunstancias que atraviesa la Patria, porque otras cosas más difíciles se han logrado y después de la devastadora experiencia del socialismo, el pueblo cubano únicamente respaldaría la instauración de un sistema que representase sus verdaderos intereses”.

¿Cuánto de obstáculo puede representar para estos propósitos la sucesión de poderes que se ha producido en Cuba?

“Raúl Castro y todos los que gobiernan con él, después de la gran catástrofe producida en Cuba, tienen primero que hacer un diagnóstico pues no saben como van a enfrentar la mayoría de los problemas existentes allí. Quienes en estos momentos se mantienen al frente del país, están creyendo en la fantasía política de eternizar la hegemonía de ese sistema obsoleto, mejorando un tanto las condiciones de vida de los cubanos, pero incluso los mismos elegidos para hacer perdurar ese poder, saben que esa aspiración no es posible”.

“De momento, el gobierno encabezado por Raúl Castro está tratando de salvarse apenas con reformas, pero ya el pueblo cubano no acepta discursos o promesas que no estén respaldadas por pruebas”.

“En los momentos que atraviesa Cuba, el 20 de Mayo puede seguir siendo un punto de referencia, porque aún con todas sus inconveniencias, con la República instaurada ese día se materializaron muchos de los sueños de los próceres fundadores de la nación y porque el espíritu de prosperidad y desarrollo inherentes a ella puede llevarnos a la recuperación definitiva de nuestro país”.

 

 

 

 
 
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