22 de mayo de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 
CRÓNICA
 

Si de mercenarios se trata...

Juan González Febles

LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - El diario Granma publicó algunos trabajos críticos sobre las reevaluaciones realizadas desde el exterior al gobierno del general Fulgencio Batista. Los trabajos aparecieron firmados por Reynaldo Taladrid y por otros periodistas.

En ellos se acusó de batistianos a los cubanos que desde el exterior  analizaron desde ópticas más objetivas, los actos de una de las figuras históricas más satanizadas por la propaganda castrista desde 1959.

Luego de estas escaramuzas mediáticas, Granma, en su edición del 14 de mayo de 2008, se refirió a la excarcelación de Fidel Castro y el resto de sus cómplices a partir de la amnistía dictada a ese efecto por el gobierno de Batista. La excarcelación se produjo el 15 de mayo de 1955.

Después de asaltar un cuartel del ejército constitucional, en condiciones de nocturnidad y alevosía el 26 de julio de 1953, Fidel Castro y sus camaradas fueron amnistiados sin haber transcurrido dos años de haber sido sancionados. Pocos años después, luego de pasar de asaltante a Comandante, Castro nunca ha permitido que su régimen dicte una amnistía.

Resalta la falta de compasión tanto del Comandante como la de su hermano Raúl. Durante la era fidelista no hubo indultos. Tres jóvenes negros fueron fusilados en 2003 sin respetar garantía procesal alguna. El régimen mantuvo un presidio político cruel e interminable, sembró la Isla de prisiones y en la actualidad mantiene encarcelados a más de doscientos prisioneros políticos. Raúl Castro no ha dado pasos que permitan pensar que su gobierno se disponga a mantener una conducta diferente a la de su hermano.

Lo más significativo es como de forma continua llaman mercenarios a sus adversarios políticos. Con total desfachatez emplean una y otra vez el término. Pero lo cierto es que hasta este momento no tengo conocimiento de alguien que defienda al gobierno cubano y que no le paguen por ello. Ni en Rebelión.org ni en Cubadebate, sin olvidar a Granma y Juventud Rebelde. Algunos, como es el caso de las damas y caballeros de la Mesa Redonda, reciben automóviles, gasolina extra, conexiones de Internet autorizadas, cuotas especiales de productos de aseo personal, viviendas cómodas y 100 pesos cuc mensuales.

Los intelectuales al servicio del régimen reciben la consabida jabitas de aseo, algunos la conexión a Internet, automóviles, y hay quien ha recibido un apartamento bien situado. A esto, súmense viajes y los 100 pesos cuc, como mínimo. Cabría preguntarse: ¿Quiénes son los mercenarios?

Otro punto en la propaganda del gobierno es la satanización de los Estados Unidos de América que, a pesar de esto, sigue siendo la tierra de promisión para muchos cubanos de a pie. No hay pueblo en América Latina y el Caribe más pro norteamericano que el cubano. Fracasaron en este punto y bueno es señalar que cada quien escoge sus aliados y sus amigos a voluntad. Hasta donde sé y conozco bien el tema, jamás ningún disidente, opositor o activista ha recibido dinero de ningún diplomático de la Sección de Intereses de Norteamérica (SINA) en La Habana.

De SINA algunos activistas pro democracia sí han recibido radios portátiles, libros, revistas, cámaras fotográficas y una que otra laptop. Mucho menos que lo que las legaciones diplomáticas cubanas a lo largo del mundo reparten para ganar adeptos. Sucede que el régimen cubano es tan vulnerable en el terreno político, que unas cuantas grabadoras y unas pocas cámaras fotográficas pueden desestabilizarlo. Otro aspecto que debe ser destacado es que ningún opositor se ha referido a los Estados Unidos en los términos lacayunos en que solían hacerlo los personeros de la dictadura cuando, luego de santiguarse, mencionaban a la extinta Unión Soviética.

He conocido opositores dentro y fuera de Cuba que demandan el restablecimiento de la Constitución de 1940, pero no conozco ninguno que proponga incorporar a cualquier constitución una enmienda de fidelidad eterna a ningún poder extranjero. No he conocido a ningún opositor que proclame que desea ver como presidente de Cuba a ningún mandatario extranjero.

Ni la dictadura militar argentina empleó la fuerza contra las Madres de la Plaza de Mayo. Son los castristas en pleno raulato los que se aprestan a emplear la fuerza contra las Damas de Blanco. ¿Por qué a nivel internacional se le permite al gobierno cubano denigrar a sus adversarios políticos llamándoles mercenarios?

En la víspera de una nueva reevaluación de su política hacia Cuba, sería bueno que los países europeos tuvieran en cuenta estos detalles. No debía permitirse emplear un lenguaje insultante y descalificador para referirse a adversarios políticos que parten siempre del respeto a la diferencia. Aunque en el caso que nos ocupa, estas sean antagónicas e insalvables.



 

 

 
 
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