y la destrucción parcial del inmueble donde radica la estatal Dirección Provincial de Servicios Comunales de Ciudad de La Habana (DPSC), empresa de capital mixto cubano-español. El siniestro desencadenado la víspera, en la calle Línea del populoso barrio Vedado, fue extinguido mediante la colaboración de los vecinos y varios miembros del cuerpo de bomberos. Las causas no fueron dadas a conocer de inmediato por las autoridades, ni a través de la prensa oficialista que arribó instantes después, por lo que se supone que se encuentren bajo investigación.
Según los comentarios de los trabajadores de la DPSC, al parecer el fuego se originó en un local cerrado ubicado en la parte delantera del edificio, donde estaban situadas las computadoras, y se propagó obstruyendo el único corredor que daba acceso a las escaleras. Las ventanas, de vidrio tintado, estallaron y las llamas consumieron las mamparas de división, de material inflamable, y parte del falso techo del primer piso. El aire se cubrió de humo negro y de un fuerte olor a polímeros y cables eléctricos quemados.
El director del centro, Luís Rodríguez y una trabajadora, quedaron atrapados en el primer piso y el primero pendía de una ventana. Ambos fueron evacuados con una escalera, por los rescatadores. La trabajadora presentaba síntomas de asfixia, pero al parecer su vida no corre peligro. El resto de los empleados salieron ilesos y sin dificultades.
Los vecinos y trabajadores llamaron a los bomberos hacia las 5: 30 PM, hora en que se dieron cuenta de lo que ocurría y, según algunos testigos, los bomberos llegaron bastante rápido; paradójicamente, otros testigos opinaron que se habían demorado demasiado. Aún así, todos los entrevistados coincidieron en que el fuego se propagó velozmente, por lo que fue un milagro el que se atajara a tiempo. Los testigos comentaron que la actuación de los bomberos, una vez en el lugar, fue impecable y audaz; excepto por el error de no retirar de forma inmediata todos los vehículos automotores que se hallaban parqueados en el garaje de la propiedad y por bombear chorros de agua hacia un local repleto de conexiones eléctricas, lo cual afortunadamente no tuvo mayores repercusiones.
Algo curioso, observado en todas las entrevistas realizadas en el lugar, fue que a los vecinos y transeúntes, no les preocupó mucho que se quemara la institución estatal, a la cual consideran una empresa “decorativa”, su única preocupación era la seguridad de los trabajadores.¡Prácticamente el acontecimiento se convirtió en una festividad del barrio!
La función social de la estatal DPSC es coordinar todo lo referente a la recogida de basura, su reciclaje y arreglar algunos tipos de tupiciones, entre otros menesteres afines; irónicamente, señalaron los vecinos, frente a la entidad hay una fosa que ha permanecido desbordada durante meses. |
