El preso común Modesto Vedeño fue enviado a una celda de castigo por quejarse de las "alarmantes vicisitudes de la población penal", en medio de una reunión en la que se informaba la orden gubernamental de "prohibir las golpizas y torturas" contra los reclusos.
La denuncia fue realizada desde la prisión camagüeyana de Kilo 7 por el preso político Jorge Alberto Liriano Linares y distribuida por la Mesa de Trabajo de la opositora Martha Beatriz Roque.
Según la versión de Liriano Linares, la Fiscalía convocó una asamblea en Kilo 7 para advertir sobre el fin de las palizas a presos y dar a conocer las sanciones correspondientes.
La información la ofreció públicamente "un alto oficial del Ministerio del Interior, el teniente coronel Jesús Martínez Otuardo, actual director de la prisión provincial Kilo 7 y máximo responsable de los tratos crueles e inhumanos contra los presos", informó el miembro del Partido Demócrata Cristiano y del Presidio Político Pedro Luis Boitel.
En la reunión estaba presente Modesto Vedeño, quien preguntó, según la nota, por "los cientos de reclusos que estaban durmiendo en el piso", por la "falta de asistencia médica y de medicamentos" y que "por qué no sancionaban a los guardias que han lesionado y torturado hasta hoy", entre otros asuntos vinculados con las condiciones y los maltratos.
De acuerdo con el testimonio de Liriano Linares, las interrogantes quedaron sin respuesta y Modesto Vedeño fue trasladado a una celda de castigo.
"Su vida se encuentra en peligro por enfrentar (…) la falta de escrúpulos (…) de criminales uniformados al servicio del gobierno totalitario imperante en la Isla", alertó.
En la citada reunión, añade la nota, también se informó que a partir de ahora se autorizará el uso de relojes, anillos de compromiso y cintos, prendas personales que estaban prohibidas en las cárceles
