12 de mayo de 2008       VOLVER AL INICIO
 
 

La misma generación

Por Pablo Alfonso

La misma generación que instauró la dictadura en Cuba, a mediados del siglo pasado, se mantiene todavía en el poder cuando ya casi terminamos la primera década de este siglo.

Dicho así, esa afirmación podría parecer exagerada; pero no lo es. Tampoco es una novedad, al menos para los cubanos que la sufren en la isla y en el destierro. En todo caso, sería una verdad de Perogrullo.

Vale la pena recordarlo, para quienes piensan que las cosas en Cuba ahora bajo el gobierno del general Raúl Castro, son diferentes de lo que fueron bajo el régimen de su hermano Fidel.

No hay diferencias esenciales entre uno y otro en términos de ordeno y mando, sólo estilos diferentes. Lo que los diferencia en el ejercicio del poder no es la esencia del sistema impuesto, sino la forma de imponerlo. La esencia es la misma. La castrodictadura cubana es la misma; el cambio de poderes reacomodó las figuras de la sucesión, pero hasta hoy, no ofrece evidencias de transitar hacia una sociedad abierta, plural y democrática.

Si dejamos a un lado lo que quisiéramos que fuera y los buenos deseos, queda muy poco espacio para la esperanza, tras el saldo que dejan los 18 meses de provisionalidad del general Raúl, y sus tres meses de gobierno institucional.

La castrodictadura cubana es la misma. La generación que la encabeza es la misma. Sus métodos de represión y opresión de las libertades ciudadanas son los mismos. Su esencia totalitaria continúa envuelta en el ropaje del comunismo, cada vez menos socialista, menos marxista y más leninista.

Esa visión es diferente para muchos de quienes miran hacia Cuba desde la cúspide del poder en Europa y América Latina; desde los refrigerados despachos de instituciones internacionales y también desde la sala de redacción de algunos medios globales de información que, de tanto globalizarse, pierden el enfoque del terruño concreto.

Los que comparten esa visión están muy entusiasmados con la media docena de medidas ordenadas por el general Raúl en las últimas semanas. Los más optimistas las califican de “interesantes”; los cautelosos -por esencia y tradición- las ven “prometedoras”; y los ingenuos inevitables las llaman “reformas”.

Dejo aparte a los que comparten intereses políticos con la castrodictadura y a sus voceros oficiales. Ellos no tienen visiones distorsionadas ni padecen de ceguera. Son simples partidarios del régimen.

Resulta casi absurdo preguntarse por qué es “interesante” que el general Raúl permita a los cubanos el uso de teléfonos celulares; y qué tiene de “prometedor” autorizar a los ciudadanos de la isla el hospedaje en hoteles y centros turísticos, comprar ollas arroceras y viejas computadoras chinas ensambladas en Cuba. Y todo esto sin olvidar que tales “reformas” están únicamente al alcance de los que tengan la divisa suficiente para comprarlas.

La generación que está en el poder es la misma que acaba de negar a la autora de Generación Y, salir del país para recoger un merecido premio periodístico internacional. Yoani Sánchez, es la autora de ese blog, que produce desde Cuba en medio de innumerables limitaciones y dificultades. Hace unos días recibió el premio Ortega y Gasset, en la categoría de periodismo digital, que otorga la empresa española Biprisa, propietaria del diario El País.

La misma generación que ha envejecido en el poder le cerró las puertas del país. Con esa acción que, mantiene viva la política represiva y de control sobre sus ciudadanos, el flamante gobierno del general Raúl, desmiente cualquier signo de apertura política en la isla.

Hace algunas semanas el propio diario El País, daba cuenta desde La Habana, que el gobierno se preparaba para derogar el tristemente célebre “permiso de salida”. Ironías de la vida el premio que otorga el diario español, no pudo ser recibido por su ganadora, porque todavía ese “permiso de salida” sigue vigente.

¿Hasta cuándo? Solo la vieja generación tiene la respuesta. Mientras tanto, la nueva generación, espera cada día con menos paciencia.

pabloalfonso@comcast.net

 

 

 
 
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