12 de mayo de 2008       VOLVER AL INICIO
 
 

Silla vacía

JULIO SANCHEZ CRISTO

Y qué triste espectáculo de falta de tolerancia le acaba de dar el presidente del gobierno cubano, Raúl Castro, al mundo, pero sobre todo a sus compatriotas.

Pasan cosas cuando confirmamos que en la isla no pasan cosas. No pasa nada, ese cuento de abrirse al mundo, de entender que los tiempos han cambiado es una farsa. Que los cubanos ahora, gracias a Raúl Castro, tengan acceso a la internet y a la telefonía celular, resultó ser otra mentira más. Lo que pasó fue un simple intento de legalizar a precios inalcanzables un hecho inmanejable para las autoridades, que no tenían cómo parar localmente el mercado negro de comunicaciones existentes.

Pero la tapa del descaro de los hermanos Castro la vimos esta semana en Madrid, cuando los ojos del periodismo mundial atendían la entrega de los premios Rey de España y Ortega y Gasset. En este último resultó ganadora una bloguera cubana residente en La Habana de nombre Yoani Sánchez. Pues resulta que no le dieron permiso. Así como suena. La gala, presidida por lo más fino de la intelectualidad, contó con la asistencia de pensadores de izquierda y de derecha, de la plana mayor del gobierno, por cierto socialista, el cuerpo diplomático, un jurado de lujo y, de por medio, el gran homenaje a la libertad de expresión bajo el no poco significativo nombre de Ortega y Gasset.

Una ganadora escondida, no tiene ni idea de por qué ganó, ni de por qué no puede viajar. Sabe que la siguen, que la oyen, que asustan a sus amigos, pero es prudente por que no tiene pruebas. Reconoce el significado de la revolución como socialismo sui generis y plantea un capitalismo sui generis. El gran periodista Jon Lee Anderson, del New Yorker, dijo de ella: ``Es portavoz elocuente de lo mucho que todavía tiene que recorrer gran parte del planeta para llegar adonde estamos hoy en España, hablando libremente sobre lo que nos da la gana, para bien o para mal''.

Pasan cosas cuando se puede no estar de acuerdo con el resto del mundo, pero no se puede ser tan torpe en no sólo taparse los ojos, sino intentar taparle la boca a quien piense diferente. El señor Castro y sus asesores, si pretendían que Yoani no pudiera contar lo que vive y lo que piensa, lograron exactamente lo contrario, todo el mundo habla de ella, su blog Generación Y se ha disparado en visitas, el diario El País de Madrid publicó su foto en primera página, al igual que los más importantes de España, presentando a Cuba como lo que es por cuenta de estas acciones, una isla en todo el sentido de la palabra. La afectada dio entrevistas a los principales medios del mundo, contando su frustración y sorpresa y dejando ver claramente cómo esta decisión muestra un país en reversa, con un modelo anacrónico y de tremenda bajeza, coartando el más elemental de los derechos humanos como es la libertad. Nunca es tarde para enmendar, ¿pero quién le devolverá a esta niña la emoción de un momento irrepetible en su vida, al lado de las personalidades más influyentes, de los grandes profesores del oficio y de lo que significa para una anónima bloguera cubana este reconocimiento? Como si no fuera suficiente haber encarcelado a 75 intelectuales por pensar diferente, por cuenta de este lunático gobierno en la entrega del premio Ortega y Gasset, afortunadamente con nombre propio, quedó la silla vacía.

 

juliosanchezcristo@yahoo.com

 

 

 

 

 
 
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