9 de mayo de 2008       VOLVER AL INICIO
 
 

Los demócratas tratan de aparcar "la cuestión de Cuba" a un segundo plano

Miami (EEUU), 8 may (EFE).- La cuestión de Cuba ha centrado las elecciones en Florida en las dos últimas décadas y ahora los demócratas quieren dejarla en segundo plano para tratar de arrebatar a los republicanos alguno de los tres escaños de la Cámara de Representantes correspondientes a distritos del sur de ese estado.

Con encuestas en la mano que sostienen que "la cuestión de Cuba" no es ya un tema prioritario para los electores del sur de Florida, los demócratas pretenden disputar a los republicanos los escaños que ahora ocupan Lincoln y Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen.

La elección por los tres escaños asignados al sur de Florida en el Congreso se ha convertido en una de las contiendas más disputadas y seguidas en Estados Unidos de cara a los comicios del 7 de noviembre.

Los demócratas Rául Martínez, ex alcalde de la ciudad de Hialeah, Joe García y la empresaria de origen colombiano Annette Tadeo disputan los escaños a los hermanos Díaz-Balart y a Ros-Lehtinen, respectivamente.

"Lincoln Díaz-Balart ha creado el mito de que es invencible. Está equivocado porque la gente quiere que se hable de los temas que más le preocupan y que Cuba no sea el debate, sino una parte del debate", dijo a Efe Rául Martínez, considerado uno de los pesos pesados del Partido Demócrata en Florida.

"Mi posición es de cero tolerancia a la tiranía" del régimen castrista, señaló a Efe el congresista Lincoln Díaz-Balart en respuesta a un cuestionario de preguntas.

Díaz-Balart asegura que el 85 por ciento de los cubanos que viven en Estados Unidos se opone a que se permitan los viajes a Cuba hasta que se produzca la liberación de los presos políticos y haya una apertura política que incluya elecciones pluripartidistas.

Entre sus prioridades para el nuevo mandato de dos años como congresista, Díaz-Balart cita "hacer todo lo posible para desestabilizar a (Hugo) Chávez (el presidente de Venezuela), a la tiranía cubana y a todos los otros estados terroristas".

La posición de "cero tolerancia" hacia Cuba ha estado en el epicentro de la política en el sur de Florida no solo en las elecciones locales y estatales, sino también en los comicios presidenciales.

Esa línea política es defendida en Washington por los tres congresistas cubano-americanos que mantienen una sólida influencia en la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Congreso.

De los tres, Ros-Lehtinen es la más veterana, ya que mantiene el mismo escaño desde 1989, mientras que Lincoln lo obtuvo en 1993 y su hermano Mario en 2003.

En las elecciones al Congreso en el sur de Florida, los demócratas apenas habían presentado batalla hasta las elecciones de este año.

Según un portavoz demócrata, lo que ha cambiado básicamente es la constatación, según una encuesta, de que las prioridades de la comunidad con raíces en Cuba se han modificado y ahora preocupan más la salud, la economía, la guerra en Irak o la educación que "la cuestión cubana".

"A la gente le preocupa su bolsillo y quiere que se hable de los temas que le afectan. Si no hay trabajo aquí para que vamos a arreglar otros problemas", afirma Rául Martínez, quién ganó 14 veces su puesto de alcalde en Hialeah.

"La gente ha madurado lo suficiente, no solo los jóvenes y ya no se sienten engañados con el asunto de Cuba", agregó.

Los tres candidatos republicanos defienden que se mantenga la misma política actual de la Casa Blanca hacia Cuba: seguir con el embargo, la prohibición de los viajes a la isla y el envío de remesas.

Los demócratas favorecen, por su parte, el mantenimiento del embargo mientras haya presos políticos en Cuba, pero quieren que se permitan los viajes familiares y el envío de remesas para hacer menos dramática la vida del pueblo cubano.

La encuesta manejada por los demócratas fue realizada por la firma FrederickPolls que encontró que un 59 por ciento de los votantes de dos de los distritos del sur de la Florida está de acuerdo con un cambio en el embargo que "permita el envío de dinero y material de ayuda directa a los grupos opositores en Cuba, así como a sus familias y prisioneros políticos".

Un 27 por ciento de los votantes de estos dos distritos del sur de Florida se muestra contrario a ese cambio.

Un 49 por ciento opina que "inundar a los cubanos con mercancías, alimentos y medicinas" es el mejor camino para propiciar el fin del régimen castrista, frente a un 28 por ciento que se opone a cualquier comercio con la isla.

 

 

 

 
 
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