Crónica          
26 de marzo de 2008

Divertimento

Yosvani Anzardo Hernández                         

HOLGUÍN, Cuba, marzo (www.cubanet.org) – Hace varios días escuché un anuncio por la radio local: “A todos los discapacitados del municipio: Se les informa que el próximo día 20 serán capacitados”.  ¡Aleluya!, dije, al parecer viene por fin Jesucristo y hasta confirmó su llegada para el día veinte. Lo que me extrañó fue que la primicia la tuviera la emisora donde todos los que trabajan son ateos, o por lo menos públicamente han de serlo por disposición estatal. Me llevó algunos minutos comprender el nuevo fiasco. La capacitación a la que se referían son clases de cultura política y esas cosas que se les imparten a los discapacitados físicos para que estén integrados a la suciedad, y esta vez no hay errores; digo suciedad, no sociedad.

La facilidad para el equívoco es también una nueva facultad que desde hace algún tiempo hemos desarrollado con éxito los cubanos mientras estamos dentro de la isla. Tal vez sea el clima, y frases como “no fui a la reunión porque pensé que era mañana”, o “se suspendió la actividad porque informaron mal la hora”, o incluso, “me cogiste porque te adelantaste media hora en tu ronda, así que asere el error es tuyo, no mío”, y esa última situación es ya un clásico, lo que demuestra que los lazos de hermandad y solidaridad entre perseguidos y vigilantes son cada noche más fuertes.

Los errores a menudo dan paso a horrores a peso, bueno ustedes dirán que el peso aquí no es más que un menudo y yo estoy de acuerdo. Por ejemplo, si a un vendedor de carne (en lugares que yo conozco ¡claro!) le pides carne de ovejo (recuerden que soy oriental), que sea ovejo de Santa Elena, tienes que aclararlo porque no sabe igual que el de la Redonda o el de Aguas Claras. Aquí hay ovejos que saben a res, a caballo y hasta a cocodrilo, y por supuesto, distintas calidades hacen distintos precios, aunque las tres están prohibidas por leyes ecológicas. Sí cómo no, aquí se toman muy en serio el tema de la ecología, y si lo dudan averigüen, que desde hace 47 años el ganado vacuno está protegido del pueblo para evitar su extinción, aunque la verdad, ni con eso, al parecer a las vacas aquí les va a pasar como a los dinosaurios, y esa debe ser la razón por la cual cuando muere “por error” alguna, todo el mundo se quiere llevar un pedazo, ¡como souvenir, claro!, porque a nadie se le ocurriría comer tal cosa.

La hebra de la carne de res es muy gruesa y con ella cualquiera se enreda, y si no pregúntenle a las decena de miles de hombres que se han enredado con ella y han permanecido amarrados durante años en una cárcel reeducándose, que aquí se le llama así por aquello de que la letra con sangre entra. El problema es que cuando comprendemos la letra de las leyes el mismo gobierno viola su espíritu.

Sin embargo, a pesar de que siempre he creído que nada llena más que la luz, a los “come candela en Cuba”, que fueron los fanáticos defensores del horror, nunca les fue bien, pues han tenido que defecar fuego, y eso ha de irritar ¡digo yo! Y es la razón por la que tenían tan mal carácter.

Hablo en pretérito porque hoy no conozco a ningún come candela, se extinguieron primero que las vacas porque ellos no eran jefes, sino peones y ustedes conocen aquello de la patá por “donde el buey se ahoga”. Caro se las dieron, pero los pobres eran como algunos bobos que quedan aún por ahí: defecan por la boca porque si no ¿con qué van a pensar?

Conozco la sicología de esas personas, siempre necesitando un amo para arrodillarse con el mismo ardor. Los que hoy callan y se agachan ante la injusticia, mañana encontrarán argumentos para hacer lo mismo ante otros, sin importar si son cubanos o extranjeros.

 

 

 
..... Entrevistas Cubanet
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.