Retorcijón de viernes

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Dicen que el número 13, si coincide con el viernes, puede traer malos augurios. A decir verdad y sin obviar el terror que encierran las historias de Holywood, cualquiera puede tener un mal día o un retorcijón de barriga el viernes 13, el 14 o el 21.

El pasado 14 de marzo, Día de la Prensa Cubana, se dio a conocer que el periódico Granma duplicará el número de sus páginas todos los viernes.

Ahora que salió su primera súper edición, es preciso conjeturar sobre el esfuerzo mancomunado del estado cubano para “elevar la información al pueblo” a través de las columnas del diario rojo y negro. Navegar por su refinada selección de apuntes, me hizo creer que no todos los excesos son malos, aún cuando cada texto futuro será más explícito y detallado.

No quisiera importunar a su director Lázaro Barredo Medina después de la primera tirada de ejemplares con 16 páginas cada uno, por el simple hecho de creer que las sucesivas tendrán un impacto positivo dentro de la economía familiar.

Como colaborador en la edición del viernes, Barredo fue certero al referirse a la imposibilidad de eliminar la doble moneda, al menos por ahora.

Barredo consideró necesaria la política de dualidad monetaria adoptada por el gobierno hace veinte años. Refiere como consideración de fuerza mayor “el deseo de evitar la desigualdad en una sociedad marcadamente igualitarista”.

En medio de este zafarrancho de las ideas, no me sorprende que alguien, por algunas prebendas, utilice la palabra “igualitarismo” como eficaz herramienta en los manuales del populismo. Dice un amigo campesino que la guataca utilizada por los fanfarrones siempre tiende a aporcar cualquier indicio de superioridad, incluyendo la suya.

Con solo papel y lápiz cualquiera puede ser más reflexivo que el soldado Fidel Castro, más economista que Ariel Terrero Font y más martiano que Armando Hart Dávalos. Porque les aseguro que toda la “gloria de la revolución”, por más que el enemigo quiera compactarla, no cabe en 16 ó 32 páginas de un diario.

Ahora más que nunca se tiene en cuenta el papel de los que dicen ser “revolucionarios”, sin limitaciones de tiempo y recursos, esos que ni muertos rasgan en cuatro pedazos una hoja de periódico para sus necesidades fisiológicas.

En la actualidad, el precio de algunos productos se dispara en el mercado mundial y el del papel, como materia prima, no está exento de aumentar.

Analicemos que en las Tiendas Recaudadoras de Divisas el estuche de papel higiénico subió de 1.10 cuc a 1.50 cuc, equivalente a 37. 50 pesos (MN), mientras que el nuevo volumen de Granma iguala su precio a los editados el resto de la semana (0.20 centavos MN).

No es que deshonremos al órgano oficial del Partido a la hora de evacuar sobre un mueble sanitario lo que racionada o ilegalmente ingerimos. Entiéndase mejor como ese viejo instinto que tenemos algunos después de leer la columna Hilo Directo (cortas internacionales) o la cartelera correspondiente a la programación televisiva.

¿No estaría el gobierno hipotecando el futuro redoblando los esfuerzos en la primera o segunda edición del órgano oficial los viernes?

Ya que somos una “sociedad marcadamente igualitarista”, ¿por qué el nuevo Consejo de Estado no se une, al menos el ultimo domingo de cada mes, a ese destacamento de ancianos que sobrevive vendiendo la prensa oficial por las esquinas de La Habana?

Sería un aliciente para esos jubilados ver a los mandamases, codo con codo,  inmersos en el marketing de las ideas pregonando la prensa al valor de un peso por cada ejemplar.

Con la buena nueva, al menos las noticias culturales y deportivas tendrán dos páginas cada una. En lo particular me agradan las críticas de Pedro de la Hoz y el comentario beisbolero de Sigfredo Barros. El resto es activar  “compromisos” con derroche de tinta sobre el papel bagazo.

A estas alturas, sería una afrenta al igualitarismo menospreciar el esfuerzo que hace la empresa de Productos Sanitarios (PROA) en recaudar divisas para el país. Si por causa de una exquisita frijolada de jueves nos sorprende un retorcijón el viernes, más vale rasgar las páginas de las ideas.