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21 de marzo de 2008

Descartan inmediata reevaluación del peso

Servicios de El Nuevo Herald

LA HABANA

El gobierno cubano descartó ayer una apreciación inmediata de la moneda nacional, el peso, y dijo que fueron rumores los que impulsaron a miles de personas a vender sus divisas a principios de marzo.

''¿Qué ha motivado ese afán? Obviamente creencias apriorísticas, corazonadas, interpretaciones parciales de la realidad o cualquier otra consideración especulativa'', señaló un editorial de la Agencia de Información Nacional (AIN) en referencia a la inusual asistencia de público a las Casas de Cambio (CADECAS).

La apreciación del peso cubano (moneda nacional) frente al peso convertible (CUC, de convertibilidad interna a $1,08 o 24 pesos), es una de las expectativas que se abrieron a partir de julio de 2007, cuando el entonces presidente provisional Raúl Castro anunció cambios, incluso ''estructurales'', en la economía.

Pero al ser electo presidente el 24 de febrero pasado, cuando su hermano Fidel Castro declinó la reelección por incapacidad física, Raúl Castro advirtió que se estudia una ``progresiva, gradual y prudente reevaluación del peso cubano. Al propio tiempo, profundizamos en el fenómeno de la doble moneda en la economía''.

La sugerencia desató una fiebre de cambio entre los cubanos, incitados también por versiones de próximas medidas gubernamentales para liberalizar la entrada a instalaciones turísticas, así como las ventas de equipos electrodomésticos y computadoras.

Los cubanos, en su inmensa mayoría empleados estatales, ganan salarios en pesos cubanos (408 pesos salario medio, 17 CUC) y adquieren una muy subsidiada canasta familiar que, aunque insuficiente, es imprescindible para vivir.

También pagan en pesos los alquileres así como los servicios de agua, electricidad, teléfono.

El resto de sus necesidades tiene que satisfacerlas en el mercado agropecuario --oferta y demanda-- o en tiendas en divisas. Las divisas son adquiridas en las CADECAS o las reciben en remesas del extranjero, propinas del turismo o por premios de estimulo estatales.

''El valor de cambio de la moneda no puede permanecer ajeno a la disponibilidad de mercancías para satisfacer la demanda solvente de los compradores, la que depende del dinero que estos últimos tengan para adquirir productos puestos a la venta'', advirtió el texto de la AIN.

 

 
 
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