En la mesa del castigador

José A. Fornaris, Cuba Verdad

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Durante tres días, del  19 al 21  de marzo, de acuerdo con lo informado por voceros del régimen, se reúnen en La Habana unos 150 cubanos residentes en Europa, México, Canadá y Estados Unidos.

La cita tiene como objetivos anunciados manifestarse contra el bloqueo (embargo estadounidense) y el terrorismo, y manifestar solidaridad con los cinco héroes prisioneros del imperio, es decir, con los espías presos en Estados Unidos.

Hace cinco años, el 19 de marzo de 2003, se estaban realizando arrestos en La Habana  y otros lugares del país contra pacíficas personas que tenían como único delito estar en desacuerdo con la ideología  extranjera impuesta en Cuba por el grupo que llegó al poder en 1959.

El encuentro de estos cubanos residentes en el exterior con personeros gubernamentales sesionará en el Hotel Nacional, centro insignia de la red hotelera en Cuba. Quizá esos cientos cincuenta compatriotas asentados en el exterior no sepan que  a sus iguales en la isla les está prohibido alojarse en los hoteles de su país.

Y la segregación es probablemente una de las formas más despreciables del terrorismo de Estado porque se realiza contra los ciudadanos a quien está obligado a representar.

Hundir una embarcación donde viajan niños inocentes es también uno de los más salvajes actos de terrorismo que puedan ser cometidos. Los restos de 41 personas, entre ellas diez pequeños, se encuentran bajo nuestras aguas jurisdiccionales desde el 13 de julio de 1994 cuando el remolcador “13 de Marzo” fue hundido para evitar que sus ocupantes llegaran a las costas de Florida.

Los autores materiales e intelectuales de ese asesinato nunca han tenido, hasta el momento, que rendir cuentas por eso hecho cruel.

Pero independientemente de las preferencias políticas de esos 150 cubanos residentes en el exterior, lo importante sería que su cita en La Habana diera algún resultado positivo para el pueblo que sigue viviendo intramuros.

Ya en el pasado reciente hubo tres encuentros parecidos. Se denominaron “Conferencias de la Nación y la Emigración”. Por supuesto, la “nación” era el aparato estatal de Cuba. ¿Pero donde está lo que aportaron para sus compatriotas de la isla?

A José Martí, los cubanos, salvo excepciones lo consideramos nuestro padre espiritual. Él sentenció hace más de cien años que “a la mesa del castigador no puede sentarse con honra, sino sin honra, ningún hermano del castigado”.

Hay etapas en que las enseñanzas de los padres cobran mayor relevancia. La situación de Cuba está en una de esas coyunturas en que es imprescindible cuidar la honra y la ética, porque de lo contrario se corre el riesgo de ser considerado enemigo de tu propia tierra.