Crónica          
17 de marzo de 2008

La mala cara de Luis Mitchel

Aleaga  Pesant

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) -  Con mala cara salió Louis Mitchel de La Habana. Los medios de comunicación no le dedicaron una foto. Demacrado, cansado, ojeroso, Louis Mitchel no tuvo la oportunidad de sonreír en esta visita. En la anterior aparecía feliz abrazado al canciller  de Felipe Pérez.

No obstante, antes de partir señaló a la prensa que percibía muchos cambios en Cuba. “El espíritu de apertura en que se desarrollaron las conversaciones me han estimulado a creer que existe una mejoría en el proceso de diálogo”.

Mitchel paseó en un coche tirado por caballos, con el historiador de la ciudad Eusebio Leal.  Solo se entrevistó con los perdedores del último reajuste político en la cúpula comunista: Carlos Lage Dávila y Felipe Pérez. Ellos tuvieron que asumir el trabajo sucio de despachar a cajas destempladas al belga. De  aclarar a los diplomáticos que no habrá diálogo hasta que la Unión Europea no levante las sanciones diplomáticas decretadas en junio de 2003.

Ni Raúl Castro ni Machado Ventura se dignaron a recibirlo. En desagravio y argumentando  problemas de tráfico aéreo, Mitchel no asistió a la conferencia de prensa prevista momentos antes de su partida. Dejó en su lugar a Stefano Manservisi, su principal asistente y  Director General de la Comisión Europea para el Desarrollo de África, Caribe y Pacifico.

Manservisi se quedó con el objetivo de repetir la cantaleta de que la UE debía dejar el inmovilismo si pretendía influir en Cuba mediante el dialogo. Sin embargo, el nudo fundamental, las sanciones de la UE a Cuba será difícil de deshacer, ya que no hay consenso sobre el tema

Entre los líderes y grupos prodemocráticos, la presencia de Mitchel no creó ninguna expectativa. Muchos lo identifican como el primero que dejó de reunirse con los opositores pacíficos en los días previos a la Primavera Negra de 2003, cuando al menos 75 pacíficos defensores de los derechos humanos y periodistas independientes fueron condenados por ejercer el derecho a pensar y escribir.

Vladimiro Roca, vocero del Todos Unidos, al ser preguntado por la visita del comisionado europeo, respondió: “Yo no sé nada de esa visita”.  En la provincia Granma, Misleydi Calvente Figueredo, joven opositora, destacó la importancia de mantener un el dialogo con la Unión Europea. “Es una vergüenza –señaló- que a cinco años de la Primavera Negra de 2003, el comisionado europeo no visitara a las Damas de Blanco”.

La política europea está atrapada entre los que creen en el diálogo como mecanismo de negociación y la posición del gobierno cubano de aprovechar las posibilidades de la democracia para  mantener al régimen, al que se oponen países euro orientales como República Checa, Polonia y Hungría, quienes mantienen amplios contactos con la sociedad civil cubana, y plantean que el levantamiento de las sanciones debe ser considerado luego de una revisión del tema de las violaciones de derechos los humanos en la Isla.

 
 
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