Crónica          
6 de marzo de 2008

El amanecer de Adalis

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - A esta hora ya debe estar levantada, arropada con una vieja bata de casa, el pelo recogido en un moño, los pies en unas gastadas chancletas de goma, ocupada en preparar el café mañanero en la estrechez de su cocina. Adalys, maestra de secundaria básica desde hace quince años, casada, madre de dos niños comienza su jornada alrededor de las 5 de la mañana, de lunes a viernes, incluso algunos sábados.

Entra al trabajo a las 7 y 30 a.m., gusta de llegar temprano, tomarse su tiempo para respirar, al menos después de la batalla por montar en un ómnibus, cargada con sus útiles y con los problemas domésticos que no pudo dejar en casa.

Hoy no es un día diferente, pero algo en particular la preocupa en medio de su trajín matutino. La reunión del claustro de profesores convocada y realizada con urgencia la víspera la dejó anonadada. La directora de su escuela reunió a los docentes y oficinistas para leerles un documento elaborado por la dirección municipal.

Detrás del título meramente burocrático, se esconde la realidad del sistema de educación nacional. A pesar de los tres lustros que lleva como maestra, aún tuvo capacidad para sorprenderse.

Tal vez pensó que si no hubiera trabajado todo ese tiempo y sido testigo de tanto desorden, no lo creería. Tampoco imaginó que la mismísima municipalidad reconociera cuánta era la magnitud del desastre.

Por lo menos, ahora se dice dentro de las escuelas. Y de esto no se salva ninguna. Recordar la enumeración detallada le da escalofrío: en la enseñanza primaria existe apropiación indebida de recursos asignados a la escuela, impuntualidad y ausencia de maestros y alumnos a clases, robos, falta de cuidado del mobiliario, libros, albergues y locales; han ocurrido hechos de violencia, ya se produjo un homicidio en un centro, uso incorrecto del uniforme escolar, riñas entre padres y maestros, agresiones físicas a los profesores, uso de palabras y gestos obscenos en el área escolar, incumplimiento de los deberes escolares.

La enseñanza secundaria, la media superior (preuniversitario en el campo) y la superior (universitaria) no escapan de los incidentes. Fugas de internos y de estudiantes externos en horario escolar, robos, riñas, agresiones físicas, falta de respeto a los maestros y a funcionarios superiores, incumplimiento de ética en el vestuario, adicciones al alcohol y al tabaquismo, albergues en condiciones mínimas de habitabilidad. En la educación especial (escuelas de trastorno de la conducta) hay falta de preparación de docentes en el trabajo educativo, carencias de instrumentos e implementos para las actividades e ingestión de medicamentos.   

Para cerrar esta lista de espanto, queda la enseñanza superior pedagógica, en la que preparan y “se forman” los futuros educadores, en donde se reconocen problemas como la violencia verbal, el uso inadecuado del lenguaje, la falta de respeto entre compañeros y hacia los profesores, entre otros, idénticos a los demás niveles de enseñanza.

Adalys quedó pasmada al escuchar el cúmulo  de graves dificultades reales,  y ahora reveladas en conjunto. No dudó en deducir de todo lo escuchado que la educación, por lo menos en la capital,  había caído por una pendiente hacia un abismo ineludible. ¿Pero no es toda la sociedad la que se ha despeñado y rodado hacia el mismo abismo? ¿Qué y cómo será el futuro real del país? ¿Por qué las autoridades educacionales exponen todo esto ahora, pero dentro de las escuelas?  A estas interrogantes no les halló respuesta inmediata dentro de su cocina.

Adalys prepara el agua del baño de su marido. Ya lo sintió levantarse. Pronto escuchará las voces de los hijos desde su cuarto.  Otro día más, y otro pasará igual. ¿Cuándo ocurrirá algo diferente? “Tengo que comprar dos pesos convertibles, le pediré ahora los cincuenta pesos a Pepe, ya solamente queda un jabón en el baño”, pensó antes de beber el primer trago de café.

 

 
..... Entrevistas Cubanet
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.