Alarma sobre cambio de moneda

Oscar Mario González

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Una fiebre cambiaria mueve los resortes de una población sumida, desde hace años, en la mayor indiferencia.

Desde el lunes 25 de febrero los cubanos acuden presurosos a las casas de cambio (CADECA), con la intención de cambiar dólares y pesos convertibles (chavitos), por pesos cubanos comunes. Se trata pues, de comprar pesos cubanos.

Entonces, y como por arte de magia, la moneda nacional, relegada y subestimada por todos, es objeto de la noche a la mañana, de solicitud y preferencia.

El rumor que circula de boca en boca habla de una futura disminución del valor del chavito o de su tasa de cotización. Actualmente, por cada chavito la CADECA entrega 24 pesos cubanos y se rumora que próximamente se entregarán solamente l0. De tal  modo si se venden l0 chavitos a la CADECA según la taza de cambio vigente, se reciben 240 pesos. Con esa misma cantidad de chavitos se podrían comprar, en el futuro hipotético, 24 chavitos. El margen de ganancia sería de l4 chavitos o l40 pesos. ¡Negocio redondo!
            
Este revolico cambiario surgió a raíz del discurso del recién electo Presidente del Consejo de Estado, Raúl Castro, el 24 de febrero.

En tal ocasión el Presidente expresó:
            
"Estamos examinando, por ejemplo, todo lo relacionado con la implementación oportuna de ideas del compañero Fidel sobre una progresiva, gradual y prudente reevaluación del peso cubano. Empleo los términos exactos que él utilizó en marzo de 2005: progresivo, gradual y prudente reevaluación del peso cubano. Al propio tiempo, profundizamos en el fenómeno de la doble moneda en la economía".

Y continuaba: "Para evitar efectos traumáticos e incongruencias, cualquier cambio referido a la moneda  debe hacerse con un enfoque integral"
               
Como vemos, Raúl Castro fue explícito y cuidadoso al dar el anuncio, previendo, evidentemente, posibles conmociones. El público, sin embargo, se alborota sobremanera. De ello se pueden hacer muchas lecturas. Improvisando se me ocurren las siguientes:
                
Primero: La gente no cree en lo que le dice el gobierno, venga de quien
venga.
                
Segundo: La población espera que el nuevo gobierno inicie reformas que
alivien, al menos, la difícil situación económica.
                 
Tercero: El dinero es un poderoso caballero capaz de levantar muertos