25 de junio de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Los nuevos sheriffs

José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Están en todas las ciudades del país. Su vestimenta es totalmente azul. En la cintura llevan revólver y en las manos escopetas de cañón recortado. Se mueven en furgonetas blindadas fabricadas por “los queridos hermanos chinos”. Son los hombres de TRASVAL.

Salieron a la luz pública hace cinco años, y oficialmente se les denomina Compañía de Seguridad y Traslado de Valores.

La escopeta que portan los integrantes de esta compañía, que no es precisamente la de Jesús, es de perdigones para en caso de ser utilizada abarque una mayor área de tiro. Y ciertamente, si usaran sombreros de ala ancha en vez de gorras, estaríamos ante una vívida estampa del viejo oeste.

A diario visitan correos, bancos, casas de cambio de monedas (CADECAS), tiendas, agencias telefónicas y cuanto lugar exista en la isla que preste servicio en moneda convertible.

Cuando llegan todo se detiene. Se paralizan las ventas, no se puede entrar o salir del lugar, tampoco se puede pasar frente al carro blindado.

En los pocos minutos que dura su operación, porque en verdad actúan con rapidez, se recibe la impresión de estar bajo un fuerte estado de sitio.

En La Habana Vieja, sobre todo en la calle Obispo (bulevar lleno de comercios en ambas aceras), obligatoriamente tienen que ir despacio. Y en estos casos refuerzan las medidas de seguridad. Un auto, que seguramente también debe ser blindado, con varios integrantes de la Compañía, marcha detrás y a unos pocos metros de la furgoneta.

TRASVAL, que es parte de SEPSA (Servicios Especializados de Protección S.A.), se anuncia en las páginas amarillas de la guía telefónica como “líder por excelencia”.

Es lógico que sean líderes en esa materia porque no existe ninguna otra entidad que ofrezca esos servicios. Y SEPSA, aunque se presenta como Sociedad Anónima, todo el mundo sabe que es una dependencia del Ministerio del Interior.

Toda esa parafernalia para trasladar lo que ellos llaman “valores”, además de reflejar que el índice de delincuencia peligrosa debe ser alto –el Estado nunca publica estadísticas al respecto- , muestra una gran contradicción  con el discurso oficial.

Todos los voceros del régimen y todos sus medios, han afirmado en innumerables ocasiones y durante años, que el mayor capital que existe en Cuba es el capital humano.

Sin embargo, ese verdadero capital tiene que trasladarse en lo que le sea posible, sudando a mares en el verano en vehículos repletos que en la mayoría del país no tienen siquiera las más mínimas condiciones para trasladar seres vivos.

Y nadie lo protege con especialistas fuertemente armados ni con nada. Y tiene que trabajar para mantener a todos los cuerpos armados y políticos de la nación. Ah, y nadie lo anuncia  en las páginas amarillas de la guía telefónica.

 

 

 

 
 
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