Qué lástima

LUIS ALBERTO LACALLE

Montevideo -- Nuestro presidente, el doctor Tabaré Vázquez, se ha negado a recibir, durante su visita a Cuba, a los disidentes que luchan por la democracia en ese país. Lo lamentamos, y en ese aspecto el Presidente no actúa en nombre de todos nosotros.

Durante los tiempos de lucha contra la dictadura en nuestra patria fue muy apreciado, por los que se oponían a esa dura tiranía, el poder ser escuchados por gobernantes y embajadores extranjeros. Ser interlocutores aunque fuere por un instante fortalecía el espíritu de lucha, concedía un respiro en el acoso, indicaba que alguien se acordaba de quienes mantenían encendida la llama

Muchas veces las sedes diplomáticas de naciones amigas abrieron sus puertas para recibir delegaciones de los partidos proscriptos y a los dirigentes de los mismos. Prestar su amparo, su oído, su calor a la causa de la libertad. Blancos, colorados, frentistas y cívicos nos encontramos en esas circunstancias, igualados en la lucha. La más memorable de todas esas circunstancias fue la protagonizada por el rey don Juan Carlos cuando fue ovacionado por el pueblo oriental en la Plaza Independencia y recibió a los opositores en la embajada de su país.

Cuba sufre la más larga dictadura de los tiempos modernos. En su territorio hay valientes que, con medios pacíficos, luchan para que haya elecciones, por un Estado de derecho, por poder expresarse libremente. Seguramente habrían recibido un estímulo en ese combate tan desigual si el doctor Vázquez los hubiera recibido en nombre de todos nosotros. Aunque no fuera más que por el recuerdo de los episodios que recordamos y que muchos de los correligionarios del Presidente le pueden relatar. Una verdadera lástima.

Ex presidente de Uruguay.