Omar, Cardoso, Ochoa y otros chicos del montón

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) -   Omar Echevarria, condiscípulo de la universidad, es uno de los diseñadores gráficos y publicitarios más importantes del país en la segunda mitad del siglo XX.  En su palmarés profesional, están entre otros diseños, premios y marcas, la mascota de los juegos panamericanos de 1991 y la compañía hotelera Gran Caribe.

Esa carrera tan fértil y creativa, pudo terminar violentamente en Dire Dawa en el año 1978.  En ese año y como parte de un contingente militar de jóvenes cubanos, Omar fue a combatir lleno del entusiasmo. Regresó dos años después y se reintegró al trabajo donde logró tantos lauros.

La vida del Coronel Cardoso Villavicencio fue diferente.  Lleno del mismo entusiasmo de Echevarria, partió hacia Etiopia. Fue herido en combate y tomado prisionero por las tropas somalíes.  Estuvo nueve años en una prisión terrible. Pocos cubanos supieron que estaba preso hasta el momento de su liberación y expatriación.

Al regresar, el entonces teniente fue condecorado con la orden Héroe de la Republica de Cuba. Hoy es un exitoso escritor, con varios libros publicados.  Además, es una de las joyas en la vitrina de la propaganda oficial. Un ejemplo de estoicismo e internacionalismo.

Luego de 30 años, Echevarria y Villavicencio son dos de las múltiples caras, de la presencia militar cubana en el cuerno africano, a donde fueron  a solicitud del Coronel Menguistu Haile Mariam por entonces presidente de ese país.

Por estos días, el Tribunal Supremo de Etiopía sentenció a muerte por el delito de genocidio al ex Coronel Mengistu.  El fiscal Yoseph Kiros dijo que el veredicto del máximo tribunal significa justicia para miles de personas asesinadas durante los 17 años de dictadura.

Mengistu, un líder marxista del ejercito etiope, fue derrocado en 1991.  Desde esa fecha vive refugiado en Zimbawe y no se cree que el gobierno de otro genocida como Robert Mugabe lo extradite.  Sin embargo, la poderosa oposición democrática en Zimbawe, anunció que, si vence en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, prevista para junio, lo devolverá.

Los medios de comunicación internacionales señalan que 150.000 personas, entre estudiantes universitarios, intelectuales y políticos fueron asesinadas en una purga nacional llevada a cabo por el régimen etiope.  Pero nadie sabe a ciencia cierta cuántos opositores murieron.

Mengistu fue sentenciado a cadena perpetua en enero de 2007 por genocidio, pero la fiscalía apeló la sentencia.  El ex dictador fue el más destacado de los oficiales del Derg, la junta militar que gobernó en Etiopía de 1974 a 1987, tras el derrocamiento del emperador Haile Selassie.

Dentro de la Guerra Fría, entre 1978 y 1979, Etiopia llevó a cabo una guerra relámpago contra  Somalia.  Detrás de esa guerra estaban los intereses soviéticos, que financiaron y avituallaron las operaciones militares y al Estado Etiope. La presencia de asesores y combatientes cubanos fue trascendental para el resultado de la contienda, siempre y con la logística rusa. 

Entre los principales comandante cubanos en la camorra internacional, estuvieron Arnaldo Ochoa, fusilado en 1989 y el actual Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Julio Casas Regueiro. Luego de la conflagración, la presencia militar criolla se mantuvo y algunos combatientes recuerdan que combatieron contra los independentistas eritreos.

No creo que los excombatientes cubanos y sus familiares sepan la decisión del tribunal etiope, pues la censura también les llega a ellos.  Quisiera estar delante de Echevarria y Villavicencio, cuando se enteren de la noticia: el hombre por el que combatieron es un genocida de su pueblo, y está condenado a  muerte.