3 de junio de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Cubadisco sin discos  

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - La espectacularidad de la décimo segunda edición de Cubadisco, el evento cultural más importante de la música cubana, tiene sus bases en el desarrollo natural y educacional de la música en la isla.

Inaugurada como un reto, en el momento de las reformas económicas y la tímida entrada de la economía de mercado en 1996, la llamada Feria del Disco queda hoy más como un festival de música en su conjunto, que como un evento de empresarios de la polifonía.

La producción musical nacional se enriquece en los últimos tiempos con la introducción de nuevas tecnologías que compiten directamente con las disqueras oficiales, aunque tengan menos condiciones.    

Los jóvenes talentosos y con popularidad pululan en el mercado musical cubano. Ahí están William Vivanco, Yasek Manzano, Aidé Milanés, Robertico Carcacés y Francis del Río. Todos con un corte diferente de hacer música y provenientes de distintas escuelas musicales y regiones del país.

Sin embargo, el Cubadisco se convierte en una plataforma política y de propaganda gubernamental. En el escenario interno, sirve para premiar a los intelectuales fieles a la dictadura como Miguel Barnet, Guillermo Rodríguez Rivera, Víctor Casaus y Nancy Morejon. En el escenario internacional sirve para congregar a un grupo de ministros de Cultura africanos (Guinea Bissau, Ghana, Níger y Costa de Marfil), viajantes todos a costa del erario publico  cubano.

Para tapar la letra, el Cubadisco fue dedicado a África.  Así se programó entre otros conciertos, el Idas y encuentros, organizado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y el sello discográfico Nube Negra (España) en el teatro Astral.

Entre los conflictos más importantes del movimiento musical cubano esta el protagonizado entre la Agencia de Rap y sus representados, los raperos. Según los especialistas del tema, la agencia fue creada para limitar los desafíos creativos y contestatarios de los raperos y promover lo más suave de esa música. 

A la agencia le salió un contrincante en Los Aldeanos, un grupo de raperos que prevé participar en apoyo de sus colegas con la Comisión Depuradora, una suerte de contrapartida a la institución oficial estatal.

Todo eso, en medio de la discusión alternativa entre los seguidores del rap, que considerado como medio contestatario, y el reguetón, sólo un medio para  vivir.

El CD, a nivel mundial, es un producto en extinción debido a las nuevas tecnologías que permiten bajar y copiar música gratuitamente a través de Internet; no obstante, en Cuba, donde la población no cuenta con computadoras y donde el acceso a Internet está prácticamente prohibido, no es éste el principal reto para la venta de CD’s. El problema mayor del Cubadisco es el precio de comercialización de los CD de música.  Si en el mercado callejero los CD de reguetón, rap o cualquier otra música “quemada” se venden  entre 1.5 y 2 CUC,  los CD comercializados por las diferentes instituciones culturales, no bajan de 6 CUC, en el caso de los depreciados. Pero,  pueden alcanzar hasta los 15 ó 20 CUC, en algunos casos, lo que equivalente al sueldo mensual de un profesional.  Esto lo convierte  en una alternativa risible para ese gran mercado consumidor de música que es el pueblo cubano.

El precio de los CD en el mercado nacional parece ser el mayor escollo para el buen desarrollo del Cubadisco, en definitiva, una feria para comercializar música. 

 

 

 

 
 
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