2 de junio de 2008       VOLVER AL INICIO
 
 

Bajos salarios llenan a Cuba de desempleados

 

Uno de los mayores desafíos para el gobierno de Raúl Castro es incentivar el mercado laboral, pero los pésimos salarios convierten a esa intención en titánica.

Sueldos de siete o diez dólares mensuales no llegan a atraer a muchos jóvenes, que prácticamente son tildados como vagos por la prensa oficial.

Los empleos abundan, pero los haberes son paupérrimos,

Loraicys es una madre soltera de 27 años que nunca trabajó y tiene intención de hacerlo. "Por 150 pesos (7 dólares) prefiero quedarme en la casa con mi hijo. Estoy dispuesta a trabajar duro pero no a cambio de nada'', señala la joven, en declaraciones reproducidas por el diario Miami Herald, de Miami.

De acuerdo con el diario oficialista cubano Granma, "el 20% de la población de La Habana está desempleada" y casi la mitad ha rechazado los trabajos que se le han ofrecido, mientras que el 17% de los 17 mil graduados en escuelas técnicas no se presentaron en los empleos que les ofrecieron, mientras que otros 200 se presentaron, pero dejaron de trabajar en pocos meses".

El gobierno de Raúl Castro intenta algunas medidas reformistas como quitarle el tope a los salarios, " de cada quien según su trabajo, a cada quien según su capacidad'', en palabras de su ministro de Economía, Ariel Terrero. También se aplican algunas normas laborales para incentivar el trabajo, como castigar el ausentismo, algo que no se producía en Cuba desde hacía varias décadas.

Sin embargo, el sueldo promedio está en los diez dólares, una cifra tres veces menor a un par de zapatos. En ese panorama, muchos cubanos buscan refugio en tareas ilegales o esperan un empleo en el turismo, para ganar jugosas propinas. Sin embargo, la mayoría prefiere no trabajar y espera las remesas enviadas por familiares desde el extranjero, especialmente desde los Estados Unidos.

 

 

 

 

 
 
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