2 de junio de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Soluciones y decisiones

Pedro Aníbal Riera Escalante

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - El pasado 12 de mayo un texto aparecido en el periódico Granma, al  reseñar la Asamblea Provincial del Partido en Pinar del Río afirmó: "Significativo resulta el hecho de que el 87 % de los planteamientos realizados durante el proceso de reflexión y debate del discurso pronunciado por el Segundo Secretario del Partido, el pasado 26 de julio, tengan solución a nivel local, en el municipio o la provincia, de manera que no dependen de decisiones superiores”.

Por primera vez se publica una valoración de los resultados de los planteamientos del pueblo en esas asambleas. Pero no esperábamos
una afirmación tan increíble.

No se especifica si la afirmación  fue del vicepresidente primero Machado Ventura; del Vicepresidente Esteban Lazo, o de la secretaria provincial del Partido, pero se cita como una valoración conclusiva de ese proceso en Pinar del Río.

Recordamos un discurso del vicepresidente primero, Machado Ventura, donde orientaba  que las asambleas se encaminaran a discutir los problemas de cada centro de trabajo, indicando que ahí estaban los problemas fundamentales.

Si el análisis se dirigió fundamentalmente en esa dirección, y se censuraron planteamientos sobre las responsabilidades de los niveles superiores, la contabilización final debe indicar un resultado mayoritario hacia los planteamientos relativos a problemas locales.

Suponiendo que  fuese realmente así, en cuanto al conteo de los planteamientos, sin tener en cuenta la importancia y fundamentación de cada uno, si los encargados de analizarlos no diferencian las cuestiones principales de las secundarias; si se limitan a un conteo mecánico, se llega entonces a una conclusión irreal e increíble como esa.

El mensaje directo es que las soluciones y las culpas  no están en los niveles superiores, sino entre los trabajadores y el pueblo en general, que son los que tienen que esforzarse más para resolver los problemas, según el criterio de los dirigentes.

No pienso que los que hicieron esa afirmación estén convencidos de que es realmente así. Los pasos emprendidos por el gobierno indican lo contrario. Por ejemplo: el no pago de las deudas a los campesinos; los problemas de organización con la recolección de la leche; las deficiencias en las estructuras del Ministerio de Agricultura; la inmensa cantidad de tierras cultivables inundadas por el  marabú;  las deficiencias graves del transporte en Ciudad de La Habana y en el país; las restricciones del derecho constitucional a tener acceso a las instalaciones turísticas; la imposibilidad de comprar computadoras y adquirir teléfonos celulares; la  nueva valoración de la producción de alimentos como una cuestión de Seguridad Nacional; el establecimiento de una sola moneda; el estudio de la eliminación de las restricciones a los viajes al exterior de los ciudadanos; la ausencia de un modelo económico acorde con el análisis de los fracasos económicos; la situación crítica con la vivienda; las prohibiciones absurdas y otras cuestiones que fueron planteadas y sobre las cuales el gobierno está trabajando para su solución.

Estas posiciones contradictorias pudieran ser expresión de conflictos en el gobierno respecto a los enfoques para la solución de los problemas, o  sencillamente se pretende manipular la situación para echarle la culpa a los trabajadores y campesinos.

La realidad es que casi un año después del discurso de Raúl Castro no se ha publicado un resumen y análisis de los planteamientos realizados. Y tampoco se ha conocido de un plan de trabajo para resolver los problemas del país, y sobre todo, que la responsabilidad principal recae sobre el gobierno.

 

 

 

 
 
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