2
 
 
 
             
28 de febrero de 2008

Plantean preocupación de Iglesia Católica por los presos en Cuba

LA HABANA (AFP). El nuevo gobernante de Cuba, Raúl Castro, recibió la visita del número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone, que le manifestó preocupación por los presos y logró un compromiso de más apertura para la Iglesia.

“En el máximo respeto a la soberanía del país y de sus ciudadanos, he expresado al presidente Raúl Castro la preocupación de la Iglesia para con los presos y sus familiares”, dijo Bertone, en una declaración que leyó, poco antes de abandonar Cuba.

Según activistas de la oposición ilegal, en Cuba hay unos 240 presos políticos, cuatro de los cuales fueron liberados poco antes de la llegada de Bertone y viajaron a España con sus familias.

El cardenal hizo una visita pastoral y oficial de seis días para conmemorar los 10 años del histórico viaje del papa Juan Pablo II a Cuba, y coincidió con la renuncia de Fidel Castro a la reelección presidencial y la designación de su hermano Raúl como sucesor.

“Le he deseado éxitos (a Raúl Castro) y le he confirmado el compromiso de la Santa Sede de promover la apertura del mundo a Cuba”, dijo Bertone.

Además, el cardenal condenó el embargo estadounidense a Cuba y dijo que el Vaticano “hace tentativas de impulsar a Estados Unidos a eliminar este bloqueo”.

En ese escenario, los obispos cubanos emitieron un mensaje en el que saludan a Raúl Castro y le piden medidas para mejorar la vida nacional.

Su lectura en medios estatales y su publicación íntegra en el diario del Partido Comunista de Cuba, Granma, fue entendida como una señal de buena voluntad oficial.

Durante su estancia en Cuba, la tercera pero primera en tan alta jerarquía, el cardenal ofició tres misas campales -una de ellas transmitida en vivo por la televisión estatal- y un rosario, en un recorrido por cuatro provincias.

Ante altos funcionarios del gobierno, Bertone dijo en su homilía en La Habana que “la Iglesia pide ser reconocida y respetada en su misión”, a la vez que “desea poder ampliar sin límites el radio de su acción a otros ámbitos, para contribuir con tesón al bien común del pueblo cubano”.

En ese sentido, dijo que la Iglesia espera “ensanchar sin reserva” su participación en “la educación de niños y jóvenes con dificultades escolares”.

Durante una cena con el vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez Roque, el cardenal pidió a las nuevas autoridades favorecer “la convivencia, solidaridad, el bien común y el respeto a los derechos humanos”.

 

 

 
 
CubaNet no se responsabiliza por el contenido de las páginas externas