21 de febrero de 2008

Raúl Castro pidió ayuda a Lula para la transición en Cuba y alejarse de Venezuela

EFE

Un cubano caminaba por La Habana junto a un cartel que aludía a Fidel Castro, un día después de que anunciara su salida del poder

VERÓNICA GOYZUETA/ABC

SAO PAULO/MADRID. Raúl Castro, probable sucesor de su hermano Fidel en la jefatura del Estado cubano, le habría pedido ayuda al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para acelerar el proceso de transición política y económica en la isla. El presidente interino consideraría a Brasil un socio más conveniente para Cuba que la Venezuela de Hugo Chávez. El diario «Folha de São Paulo» publicó esta información un día después de que el enfermo dictador anunció en un mensaje que «ni aspirará ni aceptará» los cargos de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe, que el Parlamento cubano debe designar el próximo domingo.

Venezuela y EE.UU.

Según el diario, un ministro afirmó que Brasil es uno de los pocos países del mundo capaces de dialogar con el régimen cubano, con Hugo Chávez y el Gobierno estadounidense, por lo que podría ser más útil que el venezolano, en continua crisis con Washington. En una disputa por el liderazgo en Iberoamérica, a Brasil le interesaría especialmente ayudar a Cuba en un escenario post-Fidel.

Durante la conversación, Raúl Castro habría elogiado también al presidente venezolano como un buen socio y destacó su ayuda durante un choque con el presidente estadounidense, George W. Bush. Venezuela ha sido el apoyo más activo de Cuba desde la desintegración de la URSS en 1991, con el envío de remesas y el abastecimiento de combustible.

Los funcionarios brasileños que acompañaron al presidente a la isla consideraron además que, con la salida de Fidel Castro, su hermano, más moderado en la política y en la economía, buscará acercarse a la comunidad internacional. Lula le habría pedido avances económicos, más apertura política y gestos en el área de los derechos humanos para mostrar que desea una transición de verdad y no copiar el modelo chino, de apertura económica y brazo de hierro en la política

Derechos humanos

En medio de la conmoción por el anuncio de Fidel Castro y las dudas sobre una transición hacia la democracia a corto plazo. ayer partió de Roma con destino a La Habana el número dos del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, para conmemorar los diez años del histórico viaje de Juan Pablo II a la isla.

Desde Roma, el presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, el arzobispo Claudio Maria Celli, consideró «positivo» que el secretario de Estado del Vaticano justo en «este contexto», marcado por la retirada de Fidel Castro.Según Celli, el viaje de Bertone conllevará «diálogo». Aunque hay que mirar el futuro de este país «con atención», el arzobispo no dudó de que, poco a poco, «emergerán nuevas realidades», según informa Ep.

Los derechos humanos serán uno de los ejes de la visita del cardenal Bertone, que comenzó ayer y terminará el próximo día 26, por lo que será testigo de la instalación de un nuevo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional. que ha generado enormes expectativas. El ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque, adelantó que el régimen está dispuesto a conversar con el enviado de Benedicto XVI de cuestiones en las que tienen divergencias.

Bertone, de 73 años, tiene programado reunirse el lunes con Raúl Castro, pero no se excluye que también lo haga con el máximo líder cubano, con quien se entrevistó en 2005. El llamado «primer ministro» del Vaticano evitó comentar la salida de Castro del poder y se limitó a anunciar que lleva una «bendición especial» del Papa para todo el pueblo cubano.


 
 
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