Tarea Confianza y discriminación laboral 

Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) – Para el ex recluso Enrique Roque Rodríguez, residente en Guanabo, al este de La Habana, por más de diez años no ha tenido validez la llamada “Tarea confianza”.

Roque fue sancionado en la causa 610/95 del Tribunal Municipal Popular de Luyanó, a dos años y cinco meses de privación de libertad por los delitos de hurto por haberse negado a pagar una multa. La sanción expiró el 10 de julio de 1997 y, aunque ha tenido vínculo laboral en diferentes centros de control estatal, no se le admite en su oficio de cocinero, para el cual se preparó, por falta de confianza para otros puestos de trabajo.
Roque expresó a este reportero: “Me he presentado en muchos centros donde se necesitan cocinero. Muestro el certificado que me acredita como tal, pero el presentar el resto de los documentos, aparecen registrados los antecedentes penales y me niegan el trabajo. Explico que ya cumplí con la ley y con la sociedad, que no tengo delito ni causa pendiente, pero la respuesta es siempre la misma: que no soy confiable. Llevo más de diez años en esta situación”.

Roque explica, además, que estando preso transitó por la misma senda que otros muchos, por la fase de trabajo correccional, que supone su rehabilitación laboral y social integral. Pero la realidad es otra.

La “Tarea confianza” es el plan de reeducación del Ministerio del Interior con el apoyo de otras instituciones oficiales que, según sus propugnadores, acoge a personas privadas de libertad para que estudien y trabajen en campamentos abiertos especiales, con el fin de prepararlos para su reinserción laboral y social.

El caso de Enrique Roque no es excepcional. Muchos ex convictos se encuentran impedidos de trabajar en determinados puestos, precisamente por falta de confianza, en franca contradicción con la “tarea”.