Llaman a eliminar la mentira en el Partido

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LA HABANA

En un lenguaje poco usual en las páginas del periodismo oficialista, el diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba (PCC), hizo un fuerte llamado a eliminar la ''mentira'', el ''hipercriticismo'' y ''reconocimiento indebido'' de las filas de esa organización y de la sociedad.

''No nos sumerjamos en equívocos, algunos han flaqueado en su verticalidad ética'' y existen ''actitudes fraudulentas'', dentro de la dirigencia cubana y la militancia del PCC, dijo el periódico, sin hacer referencias directas. Añadió que 'hay `cuadros' [dirigentes] cuyos oídos parecen estar dispuestos a escuchar solamente frases prefabricadas sobre una supuesta eficiencia: Cumplimos, sobrecumplimos, estamos trabajando en esa dirección, entregaremos la obra antes de la fecha prevista, logramos récord productivo, tomamos las medidas pertinentes...''.

''No podemos tolerar que las distorsiones de la realidad se establezcan como hábitos para evitar críticas o sanciones merecidas. Tanto daño hace el hipercriticismo como los elogios y los reconocimientos indebidos. En ambos casos el efecto moral resulta incalculable'', sentenció la pulbicación.

La periodista que firma el artículo titulado La mentira es María Julia Mayoral, una reportera que hasta 1990 trabajó para el desaparecido diario Bastión, órgano de las Fuerzas Armadas (FAR) y goza desde entonces de las simpatías de la más alta dirección político militar del país. En varias ocasiones el ahora gobernante interino Raúl Castro elogió sus artículos combativos.

La autora se pronuncia por drásticas medidas contra la militancia acostumbrada a mentir.
''Además, si el infractor milita en la organización, la norma está clara: Sin excepciones ni contemplación alguna, corresponde proceder a la separación de las filas o a la expulsión cuando la gravedad del caso lo requiera'', comenta el texto.

Desde que Raúl Castro asumió el poder provisional en Cuba, en julio del 2006, por una crisis de salud de su hermano Fidel, la prensa crítica ha cobrado auge en los medios de prensa, todos bajo control estatal.

Combatir la mentira ''para los militantes del Partido se trata de un deber'', pues ''nada puede justificar engaños, mentiras y fraudes provenientes de un militante'', señala el artículo. ''No pocas ilegalidades son hoy conocidas y sancionadas a partir de la información que brindan auditorías, verificaciones fiscales, investigaciones policiales y denuncias anónimas de los ciudadanos'' en vez de por vía partidaria.

''Hacer que nuestra Revolución sea irrevocable significa también pelear contra la mentira y los mentirosos de adentro'', concluyó.