29 de enero de 2008

Reconocen dificultades para conseguir comida

EFE / LA HABANA

La producción insuficiente y los altos precios de los productos agrícolas obligan a los cubanos a realizar ''maromas'' para alimentarse, según un reportaje publicado ayer en el periódico oficial Juventud Rebelde.

''Es reclamo popular la implantación de una verdadera diversidad de precios, imprescindible para satisfacer las diferencias económicas de la población, y revitalizar los salarios, sin tener que aumentarlos'', sostiene el artículo, tercero de una serie que ha examinado los problemas alimentarios.

El presidente interino de Cuba, Raúl Castro, ha reconocido la necesidad de hacer ''reformas estructurales'' y ha reclamado soluciones para los problemas del sector agropecuario en varias ocasiones desde que su hermano Fidel se enfermó hace 18 meses y él asumió sus funciones.

Desde entonces, la prensa oficial publica informes -antes poco frecuentes- sobre asuntos sociales críticos.

Según el artículo, consumidores encuestados manifestaron ''descontento'' por los ''precios caricaturescos'' de los alimentos ofrecidos ``en los mercados agropecuarios regidos por la ley de la oferta y la demanda''.

'La filosofía de `este es mi precio, si te gusta lo compras; si no, te vas', sustentada en fórmulas aplicadas para beneficiar más al comerciante que a los propios productores, se repite de región en región, como una pandemia'', agrega la nota.

Maromas para llenar una jaba, se titula el artículo, que llena dos páginas del diario.

Los alimentos se comercializan en Cuba en una red de mercados y puntos de venta estatales, que tienen precios controlados.

Paralelamente, existen establecimientos alternativos en los que rige la ley de la oferta y la demanda.

La comercialización es sólo ''la cresta del iceberg'' de ''un modelo agrícola flagelado por muchas causas que impiden elevar los niveles productivos'', indica el artículo.

``Es imposible comercializar lo que no se produce -agrega-. Esta verdad de perogrullo es repetida por campesinos, tarimeros (vendedores) y académicos, de modo que parece ser el asunto de que hoy los cubanos estemos pagando por los productos del campo cifras incompatibles con nuestros salarios.''

Armando Nova, investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana, anota que hay ''dificultades en la circulación, entiéndase comercialización'', pero esos ''no son los problemas fundamentales'', sino que Cuba no produce ``lo suficiente, ni en cantidades, ni en tiempo, ni espacio''.

Añade que uno de los ''tabúes'' de esta problemática es ``no reconocer la existencia del mercado''.

Nova opina que el gobierno cubano tiene que crear reservas para incidir en el mercado, y piensa que ''hay también un problema de propiedad, que no pone para nada en peligro el sistema socialista'', por lo que recomienda darle espacio a otras formas de posesión de tierras.

 

 
 
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