Crónica           IMPRIMIR
24 de enero de 2008

La Trinidad

José Antonio Fornaris, Cuba Verdad

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - El género humano, como ya se conoce, se divide en dos partes: “los cubanos y el resto de la humanidad”.

Con esas potencialidades no tiene nada de extraño que tengamos tres presidentes. Aunque quizás hayamos logrado la Trinidad en militares al mando del estado, la cosa es que no nos gusta para nada tanta buena suerte.

El Comandante, que es el primero de ellos, viejo y enfermo, está un poco retraído de sus obligaciones presidenciales, y por eso se dedica a las reflexiones escritas. Ahora ha devenido en humanista y persona sumamente preocupada por los destinos del planeta.

Por los destinos de Cuba nunca se preocupó, tal vez por aquello de “en casa del herrero cuchillo de palo”. De todas formas, da la impresión de que desea ser visto como la “conciencia nacional”. Una conciencia roja, lo que sería igual a decir que los cubanos tenemos una mala conciencia.

El segundo, el teniente coronel Hugo Chávez, está en el Palacio de Miraflores, en Caracas. Ciertamente no es desagradable que esté un poco distante.

Trato de reeditar un nuevo desembarco del yate Granma a 51 años de ese yate haber llegado a costas cubanas, realizando el dos de diciembre último un referendo que le permitiera, con un desembarco a través de las urnas, tener la posibilidad indefinida de seguir ocupando Miraflores. Pero los venezolanos hicieron que ese Granma naufragara de forma estrepitosa.

En la isla, como desagravio, días después, en Santiago de Cuba, le brindaron un recibimiento de vencedor, con miles de personas en las calles viéndolo pasar, y después escucharlo, aunque Raúl Castro era el anfitrión, en las conclusiones de un acto político en una plaza pública.

El tercero es el General de Ejército, el único cargo castrense con tantas estrellas que existe en Cuba. Este, aunque se dice que es jefe de estado de manera interina, amenaza con llegar a ser el único.

Dentro de sus aspiraciones ya ha prometido cosas. A los santiagueros, precisamente, les prometió agua y transporte.

Se afirma que antes, en Cuba, los políticos en campaña prometían siempre agua, caminos y escuelas.

Se cuenta que en una de esas campañas, un aspirante a un alto cargo público, aparte de las tres cosas de siempre, le dijo a unos lugareños que si lo apoyaban les iba a construir un puente. Y éstos le dijeron que para qué iban ellos a querer un puente si en ese lugar no había río. A lo que de inmediato el político ripostó: “También les voy a fabricar un río”.

Como van las cosas, el general, en cualquier momento también promete construir un río. En julio, hace seis meses, dijo que había que garantizar que todos los cubanos pudiera tener la posibilidad de beberse un vaso de leche.

Esa afirmación, lo máximo que ha logrado, es sustituir en alguna medida las frases “cuando la rana críe pelos” y “cuando esté el nido de ratón en la cabeza del gato”, por “cuando Raúl dé la leche”, como abierta alusión a algo que nunca sucederá.

El Comandante sumió a la isla en la peor crisis económica y espiritual de su historia. Hugo Chávez lo que tiene que hacer es ocuparse de resolver los múltiples problemas que tiene la población venezolana y dejar de meterse en lo que no le importa en Cuba. El General apoyó siempre al Comandante en sus planes de plagar el país y a sus habitantes de miseria, y nunca va a tratar de llevar a la nación hacia el sendero de la democracia.

Esa Trinidad no tiene nada de santa, y lo mejor que pueden hacer es irse definitivamente del panorama nacional, porque aunque ellos digan lo contrario, en Cuba no se les quiere.

 

 
 
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