Para
escapar de Cuba
Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Los cubanos,
a lo largo de medio siglo de dictadura castrista, se han visto obligados
a inventar un sinfín de fórmulas para escapar del
país en busca no sólo de libertad, sino también
de prosperidad económica. Han confeccionado embarcaciones
rústicas con diversos materiales, de las que han perecido
en el Estrecho de Florida del 20 al 40%, según cálculos
conservadores; algo que ha ocasionado un aproximado de 80 mil cubanos
muertos. 1,956 registrados con nombres y apellidos, han sido más
creativos: han atravesado esas aguas en camiones y autos ingeniosamente
preparados para flotar, se han enviado dentro de una caja hacia
Europa, se han escondido en trenes de aterrizaje de aviones y hasta
han llegado a intentar el secuestro de un avión, como última
medida.
En más de 500 años que tiene de vida
nuestro país, es primera vez que se practica este tipo de
inmigración tan peligrosa. Ni siquiera durante los años
de ocupación española aquellos que querían
marchar de la isla, por muy opositores a la metrópoli que
fueran, salían de Cuba arriesgando sus vidas de tal modo.
Y es que escapar de Cuba, hoy no es nada fácil.
Durante los regímenes políticos anteriores, por ejemplo,
bajo las dictaduras de Machado y Batista, los inconformes con dichos
sistemas políticos abandonaban el país por barco o
avión, como un pasajero común y corriente, siempre
que contaran con una visa del país a donde se dirigían.
En los años cincuenta fueron cientos los revolucionarios
fidelistas que se fueron de Cuba con un boleto de avión o
subiendo tranquilamente a un Ferry, con un costo de trece dólares
el pasaje hasta Cayo Hueso, el que se podía tomar diariamente
en la bahía de La Habana. En aquellos tiempos, aun bajo una
dictadura, los cubanos éramos más libres y no necesitábamos
de la hoy indispensable tarjeta blanca, como se conoce comúnmente
al permiso gubernamental indispensable para que un cubano pueda
salir del territorio nacional.
El propio Fidel Castro, después de ser amnistiado
y haber dirigido un ataque a un importante cuartel militar, viajó
a México a través del Aeropuerto de Rancho boyeros.
Es de suponer, de acuerdo a la agresividad y violencia que practicaba
el Movimiento 26 de Julio, la organización que lideraba,
que si no hubiera podido escapar de Cuba de forma normal, habría
secuestrado un avión junto a sus compañeros de lucha.
No olvidemos que secuestros de aviones se llevaron a cabo en las
montañas orientales, ordenados por el alto mando de las guerrillas
rebeldes.
Pero bajo el régimen que Fidel Castro preside,
muchos que han cometido el error de secuestrar un avión o
embarcación, han sido fusilados, como el joven escritor Nelson
Rodríguez, en 1971, o más recientemente los tres jóvenes
negros que intentaron secuestrar una lancha de pasajeros; mientras
otros se consumen en vida en la prisión, cumpliendo largas
condenas y enfermos, como es el caso de Arturo Suárez Ramos.
Sin embargo, Fidel Castro no tuvo a menos ser amigo
de Yasser Arafat, quien se jactaba en su cuartel general de la Organización
de Liberación Palestina, a principio de los años 70,
de haber inventado los secuestros de aviones.
Cifras sobrecogedoras acompañan la historia
tenebrosa de los primeros éxodos cubanos, ocurridos todos
bajo el régimen de Fidel Castro: entre 1960 y 1962 salieron
de la isla 14,048 niños hacia Estados Unidos, autorizados
por sus padres, tres años después y en sólo
45 días marcharon de Camarioca -cuando no existía
la Ley de Ajuste Cubano, culpable de tanta desgracia según
el régimen castrista- más de 66 mil personas. En la
embajada del Perú entraron en un fin de semana más
de once mil, entre adultos, niños y ancianos y por el Puerto
del Mariel lograron salir en yates y embarcaciones de todo tipo
125 mil. Por último, en 1994 escaparon hacia Miami 30 mil,
ignorándose aún cuántos murieron en la travesía.
Estamos pues ante una tragedia humana que terminará
cuando Cuba se convierta en un país libre.
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