Crónica           IMPRIMIR
15 de enero de 2008

Un mal que dure cien años

Juan González Febles

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Teóricos y estudiosos cubanos de línea oficial parecen empeñados en contradecir al pueblo. Lo hacen hasta con el refranero. Intelectuales orgánicos al servicio del régimen cubano están por crear el mítico mal que dure cien años de los refranes. Lo hacen afanados en garantizar una precaria e indeseada trascendencia a eso que por consenso y a escondidas, ya aceptan como un fracaso.

Algunos se proponen, entre otras cosas, reinventar al socialismo. Otros se remiten a un exótico y desconocido socialismo del siglo XXI. Están los que pretenden resucitar aquello del socialismo con rostro humano.

Para ello reclaman tiempo. Ese tiempo lo sacarán del dolor y el sufrimiento del pueblo cubano. Necesitan unas décadas más para reinventar el socialismo y otras cosas. Mientras tanto, la élite de gobierno, permanecerá en el lugar usurpado. Este es con pocas variables, el súper objetivo que buscan desesperadamente.

Según afirma el Sr. Eliades Acosta, funcionario a cargo de la Cultura en el Comité Central del gobernante Partido Comunista,


“No hay que ponerse bravo, no se trata de un cuestionamiento al trabajo de nadie, no estamos negando de dónde venimos ni los aportes fundacionales de otros, no es dejar de reconocer a los que se han sacrificado sobre todo durante el Período Especial por mantener las conquistas sociales”.


Prima en el planteamiento del Sr. Acosta un anquilosado afán de permanecer en el poder a todo costo y lo que es peor: afirma la exclusión de cualquier actor político que disienta de las ideas sustentadas por la dictadura por más de 48 años.


La nueva estrategia consiste en buscar todos los subterfugios imaginables con el fin de privar a Cuba de democracia y libertad, pero sobre esto debemos remitirnos a la entrevista que concedió Aurelio Alonso, jefe de redacción de la Revista Casa de las Américas, al corresponsal en La Habana del diario mexicano La Jornada. En el transcurso de la misma, Alonso cierra las puertas a una eventual transición democrática. Según Alonso, habrá que inventar otra democracia. Mientras tanto, esperen…


“El derrumbe soviético dejó demostrado que el socialismo no puede existir sin democracia: quiero decir sin crearla, sin inventarla, que no significa asumir la liberal, como creyeron los artífices de la supuesta “transición democrática”.


El Sr. Alonso va más allá, afirma que el modelo político impuesto en Cuba en su justicia no acepta lo que llamó “desigualdades no reguladas”, esto no es más que la afirmación de los escandalosos privilegios de la élite de gobierno que serían las desigualdades reguladas que irritan tanto al pueblo cubano en la actualidad y que al parecer son aceptadas por el Sr. Alonso y los suyos.
Alfredo Guevara, zar de la cinematografía en Cuba, expresó en un ambivalente y pesimista discurso, con motivo de la inauguración del pasado 29 Festival de Cine Latinoamericano, el concepto que constituye el leit motiv de la élite política castrista: ellos y solo ellos pueden dirigir los destinos de Cuba. No hay espacio para otros cubanos o para otras ideas en la Isla. Después de ellos, el diluvio.


Todos los estudiosos, intelectuales y personas de academia vinculadas a la cúpula castrista, coinciden en exigir tiempo al exhausto pueblo cubano. Quieren más de los casi cincuenta años de fracasos, cárceles y muerte que impusieron como premisa de permanencia.
Aunque gracias a Dios, es poco probable que reinventen el socialismo o la democracia, la mala noticia es que inventaron la peor forma de dominación y poder absoluto, y les resultó funcional. Esto último es lo que a ultranza tratan desesperadamente de preservar. Aquí reside el peligro real de que en contraposición al refranero popular, consigan inventar ese secular mal que dura cien años. Y lo peor: que consigan imponerlo.

 

 
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.