Un
mal que dure cien años
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Teóricos
y estudiosos cubanos de línea oficial parecen empeñados
en contradecir al pueblo. Lo hacen hasta con el refranero. Intelectuales
orgánicos al servicio del régimen cubano están
por crear el mítico mal que dure cien años de los
refranes. Lo hacen afanados en garantizar una precaria e indeseada
trascendencia a eso que por consenso y a escondidas, ya aceptan
como un fracaso.
Algunos se proponen, entre otras cosas, reinventar
al socialismo. Otros se remiten a un exótico y desconocido
socialismo del siglo XXI. Están los que pretenden resucitar
aquello del socialismo con rostro humano.
Para ello reclaman tiempo. Ese tiempo lo sacarán
del dolor y el sufrimiento del pueblo cubano. Necesitan unas décadas
más para reinventar el socialismo y otras cosas. Mientras
tanto, la élite de gobierno, permanecerá en el lugar
usurpado. Este es con pocas variables, el súper objetivo
que buscan desesperadamente.
Según afirma el Sr. Eliades Acosta,
funcionario a cargo de la Cultura en el Comité Central del
gobernante Partido Comunista,
“No hay que ponerse bravo, no se trata de un cuestionamiento
al trabajo de nadie, no estamos negando de dónde venimos
ni los aportes fundacionales de otros, no es dejar de reconocer
a los que se han sacrificado sobre todo durante el Período
Especial por mantener las conquistas sociales”.
Prima en el planteamiento del Sr. Acosta un anquilosado afán
de permanecer en el poder a todo costo y lo que es peor: afirma
la exclusión de cualquier actor político que disienta
de las ideas sustentadas por la dictadura por más de 48 años.
La nueva estrategia consiste en buscar todos los subterfugios imaginables
con el fin de privar a Cuba de democracia y libertad, pero sobre
esto debemos remitirnos a la entrevista que concedió Aurelio
Alonso, jefe de redacción de la Revista Casa de las Américas,
al corresponsal en La Habana del diario mexicano La Jornada. En
el transcurso de la misma, Alonso cierra las puertas a una eventual
transición democrática. Según Alonso, habrá
que inventar otra democracia. Mientras tanto, esperen…
“El derrumbe soviético dejó demostrado que el
socialismo no puede existir sin democracia: quiero decir sin crearla,
sin inventarla, que no significa asumir la liberal, como creyeron
los artífices de la supuesta “transición democrática”.
El Sr. Alonso va más allá, afirma que el modelo político
impuesto en Cuba en su justicia no acepta lo que llamó “desigualdades
no reguladas”, esto no es más que la afirmación
de los escandalosos privilegios de la élite de gobierno que
serían las desigualdades reguladas que irritan tanto al pueblo
cubano en la actualidad y que al parecer son aceptadas por el Sr.
Alonso y los suyos.
Alfredo Guevara, zar de la cinematografía en Cuba, expresó
en un ambivalente y pesimista discurso, con motivo de la inauguración
del pasado 29 Festival de Cine Latinoamericano, el concepto que
constituye el leit motiv de la élite política castrista:
ellos y solo ellos pueden dirigir los destinos de Cuba. No hay espacio
para otros cubanos o para otras ideas en la Isla. Después
de ellos, el diluvio.
Todos los estudiosos, intelectuales y personas de academia vinculadas
a la cúpula castrista, coinciden en exigir tiempo al exhausto
pueblo cubano. Quieren más de los casi cincuenta años
de fracasos, cárceles y muerte que impusieron como premisa
de permanencia.
Aunque gracias a Dios, es poco probable que reinventen el socialismo
o la democracia, la mala noticia es que inventaron la peor forma
de dominación y poder absoluto, y les resultó funcional.
Esto último es lo que a ultranza tratan desesperadamente
de preservar. Aquí reside el peligro real de que en contraposición
al refranero popular, consigan inventar ese secular mal que dura
cien años. Y lo peor: que consigan imponerlo.
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