Muere
el destacado académico Luis Aguilar León
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
El historiador, periodista y profesor cubano Luis Aguilar León,
una de las figuras insignes de la intelectualidad en el exilio,
falleció anoche en Miami a los 82 años víctima
de la enfermedad de Alzheimer.
Aguilar León, conocido cariñosamente
como ``Lundi", murió al filo de las 9 p.m. en su casa
de Key Biscayne, rodeado de sus familiares más cercanos.
Nacido en 1925 en Manzanillo, Oriente, Aguilar estudió
en los colegios jesuitas de Dolores, en Santiago de Cuba, y Belén,
en La Habana, coincidiendo en ambos centros educacionales con el
joven Fidel Castro.
Graduado de Derecho por la Universidad de La Habana
en 1949, un año después se tituló en Relaciones
Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid, y luego
de enseñar en la Universidad de Oriente se mudó a
La Habana para trabajar como abogado y articulista político
en el periódico Prensa Libre y las revistas Bohemia y Carteles.
Al triunfo de la revolución figuró
entre los fundadores del Movimiento Demócrata Cristiano,
que fue proscrito muy pronto. Antes de exiliarse en 1960, Aguilar
escribió un valiente artículo titulado ``Es la hora
de la unanimidad", una vibrante denuncia a la censura en la
isla.
``Fue uno de los grandes pensadores cubanos",
dijo anoche el historiador y abogado Pedro Roig, amigo de Aguilar.
``Profundo y valiente, vivió y murió abrazado a la
libertad''.
En Estados Unidos fue profesor de renombradas universidades
como Columbia, Cornell y Georgetown, donde enseñó
durante tres décadas.
Aguilar fue director de las páginas de Opiniones
de El Nuevo Herald y colaborador de la emisora Radio Martí
desde su fundación en 1985. Deja una amplia bibliografía
de títulos ensayísticos e históricos, pero
sobre todo será popularmente recordado por su artículo
periodístico ''El profeta habló a los cubanos'', un
retrato de la idiosincracia criolla.
``Ha muerto un verdadero maestro, un hombre que supo
explicar fácil e inteligentemente lo íntimo y único
de la naturaleza cubana con su fascinante cultura", expresó
Humberto Castelló, director de El Nuevo Herald. ``Muy pocos
se le igualan en la pasión y la perseverante tenacidad de
luchar por una Cuba libre y culta''.
Lo sobreviven su viuda Vera Mestre, con quien
estuvo casado más de 50 años, sus hijos Luis Enrique
y Elizabeth, y tres nietos. Al cierre de esta edición no
se habían revelado los detalles del funeral.
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