7 de enero de 2008

Muere el destacado académico Luis Aguilar León


WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald


El historiador, periodista y profesor cubano Luis Aguilar León, una de las figuras insignes de la intelectualidad en el exilio, falleció anoche en Miami a los 82 años víctima de la enfermedad de Alzheimer.

Aguilar León, conocido cariñosamente como ``Lundi", murió al filo de las 9 p.m. en su casa de Key Biscayne, rodeado de sus familiares más cercanos.

Nacido en 1925 en Manzanillo, Oriente, Aguilar estudió en los colegios jesuitas de Dolores, en Santiago de Cuba, y Belén, en La Habana, coincidiendo en ambos centros educacionales con el joven Fidel Castro.

Graduado de Derecho por la Universidad de La Habana en 1949, un año después se tituló en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid, y luego de enseñar en la Universidad de Oriente se mudó a La Habana para trabajar como abogado y articulista político en el periódico Prensa Libre y las revistas Bohemia y Carteles.

Al triunfo de la revolución figuró entre los fundadores del Movimiento Demócrata Cristiano, que fue proscrito muy pronto. Antes de exiliarse en 1960, Aguilar escribió un valiente artículo titulado ``Es la hora de la unanimidad", una vibrante denuncia a la censura en la isla.

``Fue uno de los grandes pensadores cubanos", dijo anoche el historiador y abogado Pedro Roig, amigo de Aguilar. ``Profundo y valiente, vivió y murió abrazado a la libertad''.

En Estados Unidos fue profesor de renombradas universidades como Columbia, Cornell y Georgetown, donde enseñó durante tres décadas.

Aguilar fue director de las páginas de Opiniones de El Nuevo Herald y colaborador de la emisora Radio Martí desde su fundación en 1985. Deja una amplia bibliografía de títulos ensayísticos e históricos, pero sobre todo será popularmente recordado por su artículo periodístico ''El profeta habló a los cubanos'', un retrato de la idiosincracia criolla.

``Ha muerto un verdadero maestro, un hombre que supo explicar fácil e inteligentemente lo íntimo y único de la naturaleza cubana con su fascinante cultura", expresó Humberto Castelló, director de El Nuevo Herald. ``Muy pocos se le igualan en la pasión y la perseverante tenacidad de luchar por una Cuba libre y culta''.

Lo sobreviven su viuda Vera Mestre, con quien estuvo casado más de 50 años, sus hijos Luis Enrique y Elizabeth, y tres nietos. Al cierre de esta edición no se habían revelado los detalles del funeral.

 
 
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