¿Irá
a Santiago?
En la ciudad oriental
se preguntan si Fidel Castro votará en el sainete del 20
de enero, su más que probable última vez.
Un día antes de la luna llena, el 20
de enero de 2008, se espera a Fidel Castro en Santiago de Cuba.
Un viaje de 900 kilómetros "en un coche de aguas negras",
según el Son de negros en Cuba, de Lorca —versionado
luego como Iré a Santiago por Roberto Varela y Electo Silva—,
o en un avión-ambulancia. Le esperan para "votar",
aunque en realidad pocos se creen el cuento electoral.
La única vez que Fidel Castro se presentó
a unas elecciones libres, las perdió. Por entonces era un
estudiante de Derecho a quien los archivos académicos no
recuerdan mucho. La lección la aprendió con tanta
saña, que nunca más se ha permitido sentir tal sabor
en sus labios.
Caldo de cultivo
La vida política de Castro siempre fue muy
activa, desde los tiempos de la colina universitaria habanera. Pero
fue en Santiago de Cuba donde consagró su modo de vida pistolero,
cuando asaltó un cuartel trasnochado por el carnaval.
Tras el Moncada, Fidel Castro recibió el apoyo
de muchos pensadores, muchos de los cuales quedaron en el camino,
sin ver en qué se convirtió el ideal de libertad por
el cual ofrendaron lo mejor de su juventud.
En la década de los años cincuenta,
"Santiago de Cuba estaba lista para abrirle los brazos a un
caudillo. Eran muchos años de desidia política y de
grandes antagonismos con la capital. Castro llegó allí
sabiendo que podía recabar la atención que le habían
negado en los círculos políticos de La Habana",
afirma un académico.
Según un profesor de Historia de la Universidad
de La Habana, temeroso de expresar sus puntos de vista en público
(mucho menos a sus estudiantes), "el momento fue un caldo de
cultivo y el mundo filosófico de Fidel encontró asidero
en medio de una ciudad en crisis estructural".
"El ideal de Fidel triunfó, en primera
instancia, por el reconocimiento que hicieron en aquel momento los
jóvenes y los intelectuales santiagueros, de un hombre fuerte
y a la vez capaz de suicidarse por defender sus principios",
agrega.
Para el académico, "el espaldarazo que
(Castro) necesitaba en su carrera política lo recibió
el 10 de marzo, porque la subida al poder —de forma anticonstitucional—
de Fulgencio Batista representó el punto de partida para
que Fidel hiciese lo mismo, pero en favor de los ofendidos".
Esto último, presuntamente.
Expectativa artificial
Un artículo publicado recientemente en un
sitio web oficialista da cuenta de las "expectativas"
que tienen los santiagueros por la salud de Fidel Castro.
"Sé que mejorará y continuará
guiándonos", planteó una ama de casa entrevistada.
Otros ciudadanos expresaron "interés" por verlo
votar en "la capital del Caribe", como también
se conoce a esta ciudad oriental.
Sin embargo, en la calle se dice otra cosa. Según
un párroco santiaguero muy vinculado a la comunidad, "muchos
están muy confundidos y en la ciudad reina la incertidumbre".
En su opinión, la principal causa es que "la gente sabe
que ya Fidel Castro es una especie de cadáver político
y las expectativas con Raúl no son tan sólidas".
"Lo más preocupante es que a muchos se
les oye decir que los tiempos serán duros a partir de las
'elecciones', todo empeorado por la derrota de Chávez en
el referendo de diciembre", agrega.
De acuerdo con un estudiante de Comunicación
Social de la Universidad de La Habana, "el gobierno ha creado
un sistema de comunicación masiva tan apegado a Hugo Chávez,
que ahora la derrota del Sí en el referendo viene a agravar
la expectativa que todos tienen por la salud de Fidel".
Y un bicitaxista habanero resume lo que oye y ve
con pocas palabras: "Han preparado todo muy bien, ya la gente
se ha ido acostumbrando a ver al otro (Raúl Castro) y hasta
hablan de él como un pobrecito a quien Fidel lo ha tenido
aplastado siempre. Pero te digo la verdad, esto es lo mismo con
lo mismo".
Cruzando los dedos
Este fin de año casi todos celebraron menos
y, a la vez, celebraron más. La gente cree que "ahora
todo será más difícil". Otros se preparan
"por si acaso esto se pone peor".
"Me causa admiración cómo no se
dice nada de la Navidad, que gracias al Papa la tenemos feriada,
ni mucho menos del fin de año. Todo es el nuevo aniversario
de la Revolución y punto". Así piensa una vendedora
ambulante a quien ENCUENTRO EN LA RED tienta con varias preguntas.
"Y ese es sólo el avance, pero presiento que de ahora
pa'lante todo se complicará. Imagínate, el hombre
enfermo y el año que empieza es bisiesto", concluye,
mientras pide misericordia al cielo con los dedos cruzados.
La ciudad que abrazó a Fidel Castro y lo convirtió
en la figura pública más importante por casi medio
siglo, será la misma en la que tomará forma la farsa
electoral del 20 de enero, probablemente la última para el
dictador.
"La postulación de Fidel como candidato
a diputado es un disparate político sin precedentes, sus
asesores no debían haber permitido ese error garrafal",
dice a manera de conclusión el profesor universitario antes
mencionado. Define el momento como su "Waterloo", porque
no va a ser posible "que vote por larga distancia, ni que asista
al parlamento, ni siquiera de forma simbólica".
Preparando el terreno
En la reflexión hecha pública por Ricardo
Alarcón ante la Asamblea Nacional, en su última sesión
del 28 de diciembre, Fidel Castro volvió a disculparse por
su "momentáneo distanciamiento" y aseguró
que "nunca" ha sido una persona "apegada al poder".
Lo cierto es que el 20 de enero, tal y como lo establece
la ley del régimen, Castro tendría que presentarse
ante el colegio electoral de Santiago para ejercer su derecho al
voto, aunque la lógica indica que su comparecencia física
no será posible.
"Fidel no podrá nunca más llevar
una vida normal, si es que no lo sorprende la muerte antes",
declaró a EER un especialista en Medicina Interna, estudioso
del cáncer de colon en pacientes de más de sesenta
años.
Su punto de vista ha sido divulgado también,
junto a otras explicaciones, en varios foros periodísticos
donde se ha analizado el tema de la enfermedad de Castro. El profesor
asegura que la situación actual del gobernante "es el
resultado de muchos años de vida emocionalmente intensa,
agravada por la iatrogenia de sus médicos de cabecera".
El error político de postular al convaleciente
Castro será un precio a pagar en términos estratégicos.
No hay muchas noticias de él, como no sean sus "reflexiones",
y mucho menos fotos; pero su comparecencia (o no) para votar en
Santiago de Cuba es esperada allí como un momento definitorio.
El ciclo político que comenzara a mediados
de 1953 en Santiago de Cuba, se cierra en 2008 con una herida imposible
de ocultar.
"Su peor enemigo es el tiempo —había
ya alertado el poeta desde Londres—, contra él no podrá
hacer nada".
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