Crónica           IMPRIMIR
7 de enero de 2008

La noche de las maletas

Aleaga Pesant

LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - La visión de cambio de la sociedad cubana para este 2008 fue expuesta pasada la media noche del 1 de enero de 2008. Los cubanos salieron a la calle con sus maletas.

A diferencia de La noche triste, de Hernán Cortés, en Tenochtitlán (1520); la de San Bartolomé en Paris (1572); las de los Cuchillos largos (1934) y de los Cristales rotos (1938), ambas en la Alemania fascista; o la más cercana Noche de los lápices, en 1976, en Argentina, todas vinculadas a la muerte y la violencia; La noche de las maletas tiene más relación con La noche de Walpurgis, esa fiesta pagana que da entrada al verano, la luz y la libertad, celebrada la noche antes del primero de mayo, momento en que según la leyenda se apareaban las brujas con el diablo.

La tragicomedia nacional de los últimos 49 años tiene un elemento adicional: el gobierno define quién sale o no de la isla y en qué momento. Muchas veces baja pasajeros de aviones a punto de despegar. La mayoría de las veces niega el requerido permiso oficial de salida con un argumento u otro, o sin ninguno.

Un viaje al exterior es un secreto de alto valor para cada familia, empeñada en que nada interrumpa el “faster pal yuma” o para Venezuela o las selvas y desiertos africanos, lugar donde encontrarán algo más de libertad o al menos una manera de mantener mejor alimentada a la familia. Sin embargo, todo se trastocó este principio de enero.

En broma, pero en serio, cientos de habaneros salieron de sus casas, pasada la medianoche, con maletas y maletines, con mochilas y neceseres de cualquier tipo: con rueditas, sofisticadas, de asa o tirantes, grandes y pequeñas, modernas y hasta antiguas. Expresaban con este gesto divertido y pachanguero su deseo de salir del país y lo hicieron públicamente.

Proverbial fue la pachanga de casi treinta personas con maletines que paseaban por 25 y B, en el Vedado, así como por 18 y 3ra en Miramar. Se comenta del mismo jolgorio en Lawton y el Cerro. Todo en Ciudad de la Habana.

La leyenda es actual y fue contada por Radio Martí en los últimos días de 2007. Se trata de la necesidad de dar la vuelta a la manzana en compañía de una maleta, luego de las 12 de la noche del 31 de diciembre, para que se cumpla el deseo de realizar un viaje al exterior.

El mito, sin trascendencia en cualquier otro lugar del mundo, se convierte en contestatario en Cuba.

En los países comunistas de Europa, a finales de los años ochenta del siglo XX, la avalancha de alemanes del este y checos para salir por la frontera de Hungría, marcó la definitiva caída del imperio soviético. Los analistas acuñaron la frase “votar con los pies”. Con esa lectura de fondo, La noche de las maletas puede indicar la creencia de muchos cubanos en la necesidad de modernizar el país.

 
 
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