4 de enero de 2008

Tragedia golpea a un padre cubano


Associated Press

LAURA WIDES-MUÑOZ

Luis Bazán esperaba que este año celebraría el Año Nuevo con su esposa y sus hijos pequeños en Estados Unidos.

Bazán salió de Cuba hacia EEUU hace casi dos años en una balsa fabricada a mano. El 24 de noviembre, su familia y otras 40 personas, entre ellos una docena de niños pequeños, abordaron una veloz embarcación pesquera para recorrer el mismo trayecto.

Bazán habló con su esposa por un teléfono celular prestado poco después de que iniciaron el peligroso viaje a través del Estrecho de la Florida. Fue la última vez que supo de ella.

''Mi última gota de esperanza es que la embarcación haya terminado en algún lugar en las Bahamas y que no han podido llamar'', dijo Bazán en su apartamento de Hialeah, de un solo cuarto, mientras acariciaba fotografías de sus hijos Yasel, de 8 años, y Yarlon, de 2.

El hombre vivía con su familia en un pequeño pueblo de la provincia de Matanzas.

Lo más probable es que la esposa de Bazán y sus hijos hayan corrido la misma suerte que otros miles de cubanos que han fallecido en el mar intentando llegar a EEUU desde que el gobernante cubano Fidel Castro tomó el poder en 1959.

Los familiares han denunciado que aproximadamente 70 migrantes que viajaban en tres embarcaciones han muerto o se han perdido en el Estrecho de la Florida sólo en los dos últimos meses, según el Servicio Guardacostas.

''En los últimos meses y días, hemos presenciado una alarmante pérdida de vidas'', indicó el vocero del Servicio Guardacostas, Chris O'Neil.

Días antes de la Navidad, otra embarcación de alta velocidad que transportaba a 25 personas zozobró a unos cuantos kilómetros de la costa norte de Cuba. El gobierno cubano informó que murieron dos personas, pero los familiares en EEUU dijeron a la prensa que la cifra de muertos fue mayor y culpaban a las autoridades cubanas por las muertes.

O'Neil señaló que las investigaciones han avanzado poco porque los familiares estadounidenses no han querido hablar con ellos.

El Servicio Guardacostas suspendió el sábado una búsqueda de 48 horas de otro bote que llevaría al menos tres migrantes a bordo.

Las autoridades estadounidenses han relacionado el incremento en las víctimas con el aumento del contrabando de cubanos.

 
 
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