Zafra
azucarera cubana "comenzó bien" pero con "difícil
pronóstico"
LA HABANA (AFP) — La zafra azucarera cubana
2007-08 marcha bien, con 18 ingenios en labor, dos más de
los previstos hasta esta fecha, pero mantiene un "difícil
pronóstico" debido a los problemas que dejó la
tormenta Noel, informó el diario oficial Granma este martes.
"Este puntual inicio fue posible por la llegada
en tiempo de insumos básicos para tener la industria lista
en fecha, el disponer de un volumen de materia prima superior y
la necesidad de adelantar lo más posible y prevenir cualquier
adversidad climática", señaló Granma.
"El avance organizativo del sistema se reflejó
por una correcta estrategia que jerarquizó aspectos que aseguran
la arrancada", añadió el rotativo, tras subrayar
que al cierre de 2006 sólo molía un ingenio y que
ahora lo hacen 18 -cuatro más de los planificados para diciembre-.
Según Granma, está previsto que 52
ingenios participen en la actual zafra, incorporándose de
forma paultaina, según el calendario previsto, pero el talón
de Aquiles está en el mal estado de caminos y carreteras
en la zona oriental del país, consecuencia de la tormenta
Noel, que afectó Cuba a fines de octubre.
"El futuro depende del comportamiento de los
20 centrales que desde Las Tunas hasta Guantánamo (oriente
de la isla) molerán en esta zafra. Si logran restablecer
las vías para asegurar el abasto de caña y que esta
llegue con calidad, la industria tendrá el respaldo que necesita
y se habrá vencido el reto", apuntó.
Según datos del oficial Anuario Estadístico
de Cuba, la producción azucarera cubana alcanzó 1,3
millones de toneladas en 2004-05 y 1,1 millones en 2005-06, cifra
más reciente disponible. Otras fuentes ubican en 1,3 la última
cosecha, que tuvo que ser paralizada por lluvias.
Cuba aplicó desde 2002 una profunda reforma
a la industria, que redujo inicialmente a 86 -entonces eran 156-
el número de ingenios del país. Luego otras usinas
fueron desmanteladas gradualmente hasta llegar a la actual cifra
de 61, de las cuales no todas participan en cosecha.
La reforma incluyó, además, la
reducción gradual de las tierras dedicadas al cultivo de
la caña de azúcar, de 1,5 millones de hectáreas
a 764.300 al cierre de 2006, y la capacitación o paso a otras
labores de más de 100.000 trabajadores de la industria.
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