2 de enero de 2008

Zafra azucarera cubana "comenzó bien" pero con "difícil pronóstico"

LA HABANA (AFP) — La zafra azucarera cubana 2007-08 marcha bien, con 18 ingenios en labor, dos más de los previstos hasta esta fecha, pero mantiene un "difícil pronóstico" debido a los problemas que dejó la tormenta Noel, informó el diario oficial Granma este martes.

"Este puntual inicio fue posible por la llegada en tiempo de insumos básicos para tener la industria lista en fecha, el disponer de un volumen de materia prima superior y la necesidad de adelantar lo más posible y prevenir cualquier adversidad climática", señaló Granma.

"El avance organizativo del sistema se reflejó por una correcta estrategia que jerarquizó aspectos que aseguran la arrancada", añadió el rotativo, tras subrayar que al cierre de 2006 sólo molía un ingenio y que ahora lo hacen 18 -cuatro más de los planificados para diciembre-.

Según Granma, está previsto que 52 ingenios participen en la actual zafra, incorporándose de forma paultaina, según el calendario previsto, pero el talón de Aquiles está en el mal estado de caminos y carreteras en la zona oriental del país, consecuencia de la tormenta Noel, que afectó Cuba a fines de octubre.

"El futuro depende del comportamiento de los 20 centrales que desde Las Tunas hasta Guantánamo (oriente de la isla) molerán en esta zafra. Si logran restablecer las vías para asegurar el abasto de caña y que esta llegue con calidad, la industria tendrá el respaldo que necesita y se habrá vencido el reto", apuntó.

Según datos del oficial Anuario Estadístico de Cuba, la producción azucarera cubana alcanzó 1,3 millones de toneladas en 2004-05 y 1,1 millones en 2005-06, cifra más reciente disponible. Otras fuentes ubican en 1,3 la última cosecha, que tuvo que ser paralizada por lluvias.

Cuba aplicó desde 2002 una profunda reforma a la industria, que redujo inicialmente a 86 -entonces eran 156- el número de ingenios del país. Luego otras usinas fueron desmanteladas gradualmente hasta llegar a la actual cifra de 61, de las cuales no todas participan en cosecha.

La reforma incluyó, además, la reducción gradual de las tierras dedicadas al cultivo de la caña de azúcar, de 1,5 millones de hectáreas a 764.300 al cierre de 2006, y la capacitación o paso a otras labores de más de 100.000 trabajadores de la industria.

 
 
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