Un hogar para todos 

Yosvani Anzardo Hernández 

HOLGUIN, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - En Cuba usamos el término ‘gao’ como sinónimo de casa, lo que hace que, casualmente, no tener casa resulte una ofensa, es ser un sin… Es una de las trastadas que nos hace el idioma, y pensando en ello salta a la vista que somos muchos los sin… casa.  

La revolución cubana alcanzó el poder por medio de la violencia, al igual que muchas revoluciones. Es obvio que en tales casos no queda espacio para la libertad.  

El poder se alcanza hablando en nombre de los desamparados; luego te subes a sus hombros para redimirlos o mantenerlos bajo tus pies, y como lo más fácil es lo segundo, les enseñas la cultura del miedo, y así se mantendrán juntos y hasta te alabarán. Por miedo lo harán todo, al extremo de que cuando piensen algo malo de ti, ellos mismos se reprimirán. Para llegar a eso tienes que ser implacable.

En Cuba la mayoría de los que buscan libertad desaparecen en el mar. La única forma de revertir la fórmula es que las personas poco a poco vayan perdiendo el miedo, así dejan de estar juntos y al tirano se le hace difícil caminar. Tendrá entonces que dar saltos de hombro en hombro y con la preocupación de que el temeroso que tiene bajo sus pies de pronto se mueva, hasta que tropiece, o después de un salto no encuentre un hombro que pisar porque ya se transformó en un hombre a quien hay que enfrentar. Entonces el miedo lo invadirá, y cometerá graves errores, porque comenzará a reprimir con más fuerza con policías caras de estacas, y civiles con estacas en las manos.

Los cubanos somos expertos en dictaduras y observamos desde la nuestra el avance de la izquierda latinoamericana. Se ven cosas viejas y muy conocidas. Habrá que esperar, y ojalá que sean sinceras las palabras de los nuevos defensores de los desamparados, pero es un mal síntoma el lenguaje agresivo y la búsqueda de todo el poder a toda costa, Recordemos a Perón, que después de un golpe de estado colocó al pueblo en su lugar. Lo catalogaron de pro fascista, pero eso no es importante; es sólo un detalle más que lo hacía encajar dentro de la idea socialista. Para muchos el fascismo significa todo lo malo, y el socialismo (ingenuos) está por ver, como si no bastara la experiencia de Europa del Este, y la cubana.  

El futuro de América Latina no tiene mucho que ver que ver con lo que haga o deje de hacer los Estados Unidos (aunque pueden contribuir racionalmente) porque está definido por nuestra idiosincrasia y por el comportamiento de sus gobernantes. Pero no es muy honroso ofender a los grandes para esconder los trapos sucios en un rincón, como se acostumbra en la Isla. Desafiar al más grande siempre atrae la simpatía de los demás, pero sólo serás proclamado grande si le das bienestar a los tuyos y haces de tu tierra, un hogar para todos.