I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I NOSOTROS I NOTICIAS POR E-MAIL
15 de diciembre de 2008
IMPRIMIR

El derecho a la izquierda (I parte)

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Entre el período 2007-2008, Cuba confirmó en las Naciones Unidas su adhesión a una serie de pactos y regulaciones internacionales referente a los derechos  civiles y políticos. La interpretación criolla, vista desde su esquema marxista-leninista, expresa una finalidad doméstica que revierte dichos protocolos a la hora de actuar contra la oposición pacífica. 

El gobierno cubano ha adoptado celebrar en los últimos años el Día Internacional de los Derechos Humanos. Este año lo hizo a puertas cerradas y con la presencia de parlamentarios, intelectuales y religiosos del mundo que viajaron a La Habana con la divisa que destina el régimen para sus galanterías de oficio.  

Para facilitar y “asegurar” sus festejos altisonantes, además de embelesar a la sarta de invitados exaltando el derecho a la educación, la salud y la alimentación en la isla, encarceló y reprimió los que se oponen pacíficamente a la letanía oficial. 

El pasado 10 de diciembre, aniversario 60 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, se dieron cita en el Palacio de las Convenciones de la capital cubana, dirigentes de la revolución e invitados extranjeros afines con su heroicidad histórica. Esta especie de “taller internacional”, estuvo presidido por el “eminente” orador antiimperialista, Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  

En tanto la onda revolucionaria rebotaba en las paredes acústicas de uno de los salones del Palacio de las Convenciones, la policía política doblaba turnos enfrentando y desmantelando las actividades pacificas de la oposición interna los días 9 y 10. Monitoreaba las reuniones anticipadas por la oposición para el día 9, estrategia de algunas organizaciones o partidos opositores que pretendía evitar un despliegue policial que pudiera entorpecer sus actividades.  

¿Cuál sería la respuesta del gobierno cubano al teólogo brasileño Frei Betto o a la pacifista norteamericana Cindy Sheehan, participantes en el “taller”, sí se enterasen de los arrestos premeditados a los opositores Idania Yánez, Guillermo Fariñas, Darsi Ferrer o Jorge Luís García (Antúnez), vísperas del Día Internacional de Derechos Humanos? 
Seguramente la misma respuesta que recibieron los opositores que guardaron prisión por unas horas, en la voz de esos guardias que dicen evitar, con sus detenciones, que “el pueblo revolucionario tome la justicia por sus manos”. 

A pesar de este otro ensayo castrista de barrer bajo la alfombra el derecho a la libre expresión, mostrando desde la izquierda más radical cómo se viola el derecho a la educación, la salud y la alimentación en el mundo neoliberal, los actos intimidatorios no impidieron la realización de la jornada pacífica en el país. 

Este nuevo zafarrancho represivo, alertado por la oposición interna y con un saldo aproximado de más de 30 disidentes detenidos sin cargo alguno, pone al relieve el desinterés del gobierno por asumir el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, firmado cuatro días después que Raúl Castro asumiera el poder. 

Según enuncia el artículo 9 punto 2: “Toda persona detenida será informada, en el momento de su detención, de las razones de la misma, y notificada, sin demora, de la acusación formulada contra ella”. 

El artículo 5 punto 1 del citado Pacto dice que: “Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de conceder derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y libertades reconocidos en el Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él”.

odelinalfonso@yahoo.com

 

GALERÍA DE ARTE
CARTELES DE CUBA
GALERÍA DE FOTOS
Fotos de Nury A. Rodríguez
REVISTA CUBANET
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.