98 horas de hambre

Valentín Balart, APLA

MORÓN, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) -  Quizás cuando este trabajo se publique, los encargados de atender a los trabajadores de la firma extra hotelera PALMARES S.A., hayan conseguido el gas licuado para la cocina donde se prepara el almuerzo de quienes trabajan entre 8 y 12 horas diarias. De no ser así, seguirán pasando hambre, porque una tostada con una lasca de queso o jamón no satisface las necesidades de dependientes, cantineros, oficinistas y auxiliares de limpieza.

"Es una falta de respeto" –dijo un empleado de la empresa sin que nadie le preguntara.

La cocina donde se preparan los alimentos de la firma, ubicada en el Centro Internacional de Caza y Pesca, en Morón, se quedó sin el combustible; pero PALMARES tiene a su cargo, en la misma ciudad, dos restaurantes, una carpa especializada en pastas italianas, y varias cafeterías, que bien pudieran enfrentar el problema y preparar entre todos el condumio de sus compañeros, sobre todo los que trabajan de 8 a 8, de campana a campana.

Una lasca de jamón y otra de queso, bien finas, por cierto, no es sustento para nadie. Estamos seguros que quienes dirigen PALMARES S.A. comieron lo mismo delante de sus subordinados; y más tarde echaron un pie hasta cualquiera de sus escondites para llenarse la panza.

La alimentación del trabajador es una responsabilidad de primer orden para
cualquier empleador, sobre todo en Cuba, donde no abundan las opciones alimentarias. Así que, directivos palmareses, a ponerse las palmas, las pilas, y acaben de poner en forma la cocina de sus empleados.