El rey del aguacate

Frank Correa

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - El pasado 15 de noviembre, en horas de la mañana, el chofer del auto donde viajaba El Rey del Aguacate en La Habana, violó una señal de tránsito en la intersección de las calles Cuba y O´Relly. El policía que custodiaba la esquina lo detuvo.

Mientras le ponía la multa, notó el nerviosismo del chofer. Entonces le ordenó que abriera el maletero y un notable cargamento de aguacates salió a la luz.

El chofer le dijo al policía que el auto estaba alquilado por el pasajero que viajaba en el asiento de atrás, que envuelto en una sonrisa socarrona fue conducido a la estación de policía más cercana. Según relató su esposa, estuvo incomunicado, sin derecho a abogado.  El juicio lo realizarían allí mismo, en la estación, y de manera sumaria.

Desde septiembre ha habido un aumento de los procesos penales en Cuba, por delitos como desvío de recursos y especulación. El Vice Fiscal General, Rafael Pino Bécquer llamó a aplicar la justicia enérgicamente.

El Fiscal  General, Juan Escalona Reguera, ya había declarado por la televisión que todos los delitos tienen ahora, luego de los huracanes, más peligrosidad, y todos los fiscales tenían instrucciones de actuar con mano dura contra esos delitos.

Sin embargo, la otra noche y de manera subrepticia, El Rey  regresó a su castillo ileso y con la sonrisa socarrona de siempre. Aunque no da detalles de cómo fue su rescate, la gente piensa que tuvo que donar  una buena cantidad de su “cosecha” para violar el bando que anunció la dureza contra los delitos económicos.