Una propuesta diferente

Rafael E. Ávila

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) – En julio de 2003, apenas unos meses después de que el régimen llevara a juicio a 75 opositores pacíficos, entre ellos una veintena de periodistas alternativos, se creó la Fundación para la Libertad de Expresión.

Bajo la batuta del periodista y escritor Lucas Garve, varios colegas se unieron para continuar la tarea de seguir informando sobre el acontecer de la nación. Algunos retos tenían por delante: promover la solidaridad con sus colegas encarcelados, buscar y ayudar a nuevos periodistas y colaborar con aquellas organizaciones que intentan favorecer el tránsito hacia la democracia en Cuba.

Desde hace cinco años, la Fundación premia a aquellos periodistas independientes que se destacan por la calidad y objetividad de sus trabajos, y que, a pesar de las amenazas de la Seguridad del Estado, no han abandonado su labor.

Este premio que entrega la Fundación simboliza el espíritu de quienes se enfrentan con su pluma y su voz  a la represión, llamando la tención del mundo sobre la desesperanza en que viven los cubanos.

Varios periodistas independientes  hemos recibido los beneficios del trabajo de la Fundación. Su apoyo ha sido vital para editar 20 de mayo, boletín que publicó la Asamblea para Promover la Sociedad Civil. El semanario Nueva Generación, del Partido Popular Joven Cuba, mejoró en calidad después de que integrantes de la Fundación impartieran un curso sobre el ABC del periodismo a los redactores del mismo.

Lucas Garve, Ana Leonor García, Reynaldo Cosano, Aimée Cabrera y todos los que trabajan en la Fundación, varios de ellos fundadores de la prensa independiente, han enfrentado el desafío de promover, contra viento y marea, los derechos fundamentales del pueblo cubano, entre ellos la libertad que tiene cada individuo de expresar lo que piensa sin temor a represalia.

La prensa independiente trabaja con más voluntad e improvisación que preparación. Pero la calidad de las informaciones emitidas por la Fundación Para la Libertad de Expresión, es un camino a seguir para quienes escogen la difícil profesión de periodista independiente en Cuba.