22 de agosto de 2008   IMPRIMIR   VOLVER AL INICIO
 

Konfort en moneda convertible

Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Si la Empresa Dujo Copo Flex S.A llama Konfort a un colchón que te clava cinco alambres en las costillas, mantiene en alto los pies, baja la cabeza y el tronco del esqueleto a ras de suelo, hay que creerle, pues de seguro su gerente duerme sobre un árbol.

Que la señora Dalrene Esquivel diga sentirse engañada por los desniveles y muelles de un artefacto diseñado para el entrenamiento de los astronautas y los faquires de feria, demuestra poco conocimiento de la realidad nacional.

En un país donde la palabra confort fue nacionalizada hace 50 años, dormir sobre un verdadero colchón le cuesta a un ciudadano de a pie un familiar en el extranjero (o un extranjero familiar roncando a un lado de la cama), cuatro alambritos más o un metro de guata menos no causan ningún problema.

Además, si este cuestionado Konfort  tiene un precio de 185. 15 CUC, que sólo representa el salario integro de un año de trabajo, con tirarle seis tablas por encima, forrarlas con un nailon, y adherirle un telón-sábana contur pegado con goma loca, nunca morirá de tétanos aunque pase el resto de su vida envuelto en yeso.

Hay que ser comprensibles y entender que las firmas surgieron en el país no sólo para fingir que lo sacan del atolladero, sino también para disfrazar de buena la mala calidad, convertir un tornillo en un producto inaccesible, y aumentar el confort de los gerentes de empresa y sus jefes revolucionarios.

También es justo señalarle a Dalrene que su Konfort tiene un año de garantía, y que ante su reclamo el comercial de Dujo Copo Flex S.A se lanzó sobre el colchón, recorrió sus valles y montañas, el erizo de muelles, y le trajo uno nuevo, que si no era igual, sólo estaba peor.

Pero ante una atención tan personalizada y una eficiencia que no tiene igual entre los nuevos ricos de una de las firmas  de mayor acceso (en catálogos) y menor desprestigio de las ubicadas en El Wajay, hay que dormir, por gratitud, hasta en el suelo.

Así que no se muestre ingrata, Dalrene, y dele gracias a Dujo y a la revolución que tiene dinero para escoger entre el Konfort de una empresa S.A, y uno de factura nacional marca Dromedario S.S.M. (Si sobrevives miento), en sus diversos modelos Cosquillas de un pajar,  Sueño a la roca, o Delicias de un tablón, entre otros donde descansan los cubanos.

Si Dujo dice Konfort hablando inglés ningún ciudadano del país lo pone en dudas, aunque cada mañana haya que buscar una grúa para levantarlo, tener preparada una buena fricción, y marcar en la cola para el ortopédico.

 

 

 

 
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.