Crónicas          
16 de abril de 2008

¿Tiene familia en Estados Unidos?

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.com) - Son ironías del destino. Ni más ni menos. O mejor dicho, se trata de una burla, nada fina, nada disimulada, que el destino le ha jugado, como mala pasada, al régimen castrista a partir de 1959, cuando llegó al poder. Un destino que ha sido capaz de hacer entender lo contrario de lo que impuso el régimen como filosofía comunista: cambiar el valor de las palabras; hasta de la misma historia.

Sin embargo, como los comunistas no creen en la fuerza y las decisiones del destino, mucho menos lo ven como un hado, divinidad o voluntad divina, consideremos entonces que la ironía a la que me refiero haya sido voluntad única y exclusiva de los cubanos que componen una población de más de trece millones, entre los que residen en la isla y en el resto del mundo.

El título de esta crónica ha de recordarnos a todos cómo durante décadas, casi hasta llegar a 1990 del siglo pasado, cuando surge como imperativo económico el llamado “periodo especial en tiempos de paz”, luego del derrumbe comunista en el este europeo, existían aquellas diabólicas planillas, muestras absolutas del diabólico régimen en que aún vivimos, donde se preguntaba con un interés muy marcado si la persona que aspiraba a un empleo en los centros de trabajo, todos por cierto en manos del estado castrista, tenía familiares en Estados Unidos.

Si tenían familiares en Estados Unidos y encima de eso les escribían por correo ordinario, o al menos intentaban escribirles, porque las cartas eran interceptadas en una oficina especial del Ministerio de Comunicaciones, controlada por la Seguridad del Estado, y donde trabajaban decenas de personas cuya labor era abrir, leer y clasificar las cartas que iban dirigidas a USA, el cubano de la isla estaba frito. Sencillamente no lograba el empleo. Así de fácil, o mejor dicho, así de macabro.

Pero como ya dije, el destino es tremendo. No sólo aquellos cubanos que huyeron de Cuba y que fueron llamados por el máximo líder gusanos, contrarrevolucionarios, escoria, lúmpens, etcétera, etcétera, visitaron su país cargados de regalos y dinero para sus familias, sino que durante todo el “período especial”, que aún no ha terminado, ayuda a sobrevivir a esos familiares, los que reciben millones de dólares anuales, aprobado, por supuesto, por el régimen castrista, que no le ha quedado más remedio no sólo que claudicar ante sus propias palabras, sino además recibir la burla del destino como suelen hacerlo siempre las dictaduras, sin mucho aspaviento ni comentarios al margen.

Y por último, me pregunto: ¿Adónde habrán ido a parar aquellas planillas, cuyo número no puede ni sospecharse, y cómo será ahora el asunto, puesto que continúa el régimen con la misma política de emplear a quienes dicen ser sus partidarios y eliminar, por supuesto, no a los que reciben dinero de sus familiares en Estados Unidos, sino a los que reconocen que la dictadura castrista fracasó hace mucho, pero mucho tiempo?

Hasta el Historiador de la Ciudad, señor Eusebio Leal, sobrevive de los hijos que tiene en los países libres. Así lo declaró públicamente. ¿No es verdad que el destino es tremendo?

 


CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.