Crónicas          
8 de abril de 2008

Culpables los tibetanos

José A. Fornaris                                                                    

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - La culpa de los tibetanos muertos en estos días por las fuerzas represivas chinas durante los disturbios ocurridos en esa región asiática, fue de las propias víctimas.

Eso está implícito en el mensaje oficial que sobre esos hechos dio a conocer el gobierno de La Habana el viernes 21 de marzo.

Tal posición no es nada extraña. Esas autoridades son más o menos las mismas que en 1968 apoyaron la invasión soviética a Checoslovaquia, y que nunca condenaron la ocupación de Afganistán por los soviéticos que se prolongó durante diez años (1979-89).

Es en gran medida el mismo equipo que durante la larga luna de miel con los soviéticos, acusó a los chinos de traidores y revisionistas, y que ahora los cataloga de “queridos hermanos chinos”.

Salvo algunas excepciones, es la misma gente que hablaba de las maravillas del “socialismo real” –con la URSS como matriz y Meca- y que en la actualidad buscan todas las maneras posibles para decirnos que China es un gran paradigma de la humanidad.

Entre esas maneras, está un programa televisivo que sale al aire todos los martes a las diez de la noche por CubaVisión, titulado “Mirando China” y donde los cubanos podemos tener imágenes de la vida en el “paraíso chino”.

Son los que aseguran constantemente que un mundo mejor es posible y que desean conquistar toda la justicia.

No es sorpresa, ciertamente, que los gobernantes de la isla rindan, de una manera u otra, permanente homenaje a José Fouché. Ellos son así y no pueden evitarlo.

Lo que sí llega a ser irritante es que traten a los ciudadanos cubanos como seres fronterizos, como miembros de un club de admiradores del ministro Felipe Pérez Roque.

Nadie puede creer que los pobladores del Tíbet ocupado, sobre todo los monjes budistas, sean los culpables de las  muchas muertes violentas que las autoridades chinas  han ocasionado durante los últimos días en ese territorio.

A los comunistas chinos se les vio actuar en 1989 en la Plaza Tiananmen. En ese lugar, cientos de estudiantes fueron masacrados. Si eso hicieron en su propia capital y contra un capital humano tan importante como son los jóvenes, ¿cómo no van a cometer asesinatos en el Tíbet?

El régimen de La Habana puede unirse, como ya lo ha hecho, a sus “queridos hermanos chinos” en el esfuerzo por tergiversar la magnitud y la culpa de lo ocurrido en el Tíbet, pero la verdad no la van a poder ocultar.

 


CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.