30 de noviembre de 2007
 
 
             
30 de noviembre de 2007

Corto plazo vs. largo plazo


Víctor M. Gruber F.

Jueves, 29 de noviembre de 2007


Me escribió, a finales del año 2005, un amigo mexicano y me preguntaba cómo estaba el ambiente político en Venezuela…“Pues en México se dice que el futuro candidato del Partido de la Revolución Democrática es amigo de Hugo Chávez y de Fidel Castro. Espero que no sea así porque, entonces, la cosa se pone muy fea por acá”.


Le respondí que el dúo Carter-Gaviria, por razones geopolíticas, a corto plazo, le hicieron la gran trastada al pueblo de Venezuela (y al resto de América Latina), al apresurarse a “convalidar” el supuesto triunfo del NO en el proceso del revocatorio presidencial, a sabiendas del proyecto totalitario y expansionista, a largo plazo, del cstro/chavismo, supuestamente

“martiniano/bolivariano”. Ha habido casos históricos similares en los cuales las democracias occidentales ceden en el corto plazo, a las amenazas y bravuconadas de un Proyecto totalitario, a largo plazo: a) En la guerra civil española (1936-39) prefirieron a Franco, antes que a la República, a pesar de la grosera ingerencia de la Italia fascista y de la Alemania nazi.

b) Igual pasó con las diferentes concesiones que en el corto plazo le hicieron a Hitler, y a su expansionismo europeo, y mundial. Fueron prácticamente arrastrados a la II Guerra Mundial, por la invasión a Polonia (1939).

c) Luego, para quitarse de encima a la fiera nazi-fascista se aliaron, a corto plazo, con la fiera comunista (URSS), lo que costó, en el largo plazo, medio siglo, o más, de sufrimientos a Europa Oriental, a China, Corea, Camboya, Vietnam, y Cuba.

d) También fueron complacientes, en el corto plazo, con el expansionismo japonés de los siglos XIX y XX, hasta que el ataque a EE UU en el Pacífico (07-12-1941) los llevó a la guerra con el Imperio del Sol Naciente.

e) Ni hablar de las dictaduras latinoamericanas avaladas directa, o indirectamente, por esos poderes occidentales, durante el Siglo XX.

f) Cuba y Venezuela han firmado decenas de convenios, de ayuda mutua y cooperación, y pretenden extenderlos a otros países del hemisferio. Altos funcionarios prochavistas del gobierno cubano, pensando a corto plazo, hablan de “abandonar la bandera y la soberanía cubanas en aras de la unidad revolucionaria latinoamérica” ; el propio “gendarme necesario” de acá, afirma que los gobiernos de Cuba y Venezuela son “un solo gobierno” , y que ambos países tienen “dos presidentes: Fidel castro y Hugo Chávez” . Como si “el largo plazo” de la larga espera, casi cincuentenaria, de Raúl Castro, por la presidencia de Cuba, será canjeada por un “plato de lentejas”(petrolero), como en la historia bíblica.

g) En los pocos días, previos al referendo sobre la “reforma” constitucional, la política internacional de “carrito chocón”, del gobierno nacional, ha sufrido diversas derrotas: en Chile, en la OPEP, en Francia; y más recientemente en el “desencuentro” con Colombia., respecto de la supuesta “mediación humanitaria” por los secuestrados de las FARC; grupo narcoterrorista que es muy bien recibido en Miraflores, mientras decenas de venezolanos son asesinados unos, y retenidos otros, por ellos mismos, en busca de un dinerario, y muy vulgar rescate.

h) El Presidente colombiano ha denunciado, al narcoterrorismo de las FARC; y por primera vez, claramente y sin tapujos, a la política intervencionista del gobierno chavista, en Colombia, y en el resto del continente americano. El gobierno de Venezuela ha respondido con insultos de grueso calibre contra el Presidente vecino; amén de acentuar la presión, y la represión, internas, con vistas a ganar el Referendo de la “reforma” Constitucional, como dé lugar: el corto plazo y el largo plazo, del proyecto chavista convergen el día 02 de diciembre próximo.

Conclusión: Las políticas a corto plazo para “apaciguar” a un gobierno con un proyecto totalitario y expansionista, salen muy caras, a largo plazo, en sangre sudor y lágrimas, a los pueblos del mundo entero: es el dictamen de la Historia Universal. Es el pronóstico para mi país, y el resto de América Latina.

¡Por lo tanto, votaré por el NO!


 
 
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