Un
año muy interesante
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Para
muchos en la Isla, desde ambos extremos de la cuerda política,
2008 será un año de acontecimientos. Quizás
lo principal será la comprensión cabal del hecho de
que Fidel Castro no está muerto.
Esto puede incidir para que muchas cosas deseadas
ardientemente, simplemente no sucedan. También para que aumente
la probabilidad de que sucedan otras inesperadas o francamente aborrecidas
por todos.
El año 2008 quizás vea el desenlace
de muchas pugnas y la solución de viejas tensiones políticas
y sociales no resueltas. Que sea para bien de todos, está
por ver, pero que se romperá el impasse, es altamente probable.
El sueño mesiánico de Fidel Castro
está amenazado. Lo está por diversos factores internos.
Lo amenaza una oposición interna y todo un entramado emergente
de sociedad civil y pensamiento contestatario variopinto.
El desafío se mueve desde factores controlados
por el estado como Soledad Cruz, Pedro Campos Santos, Celia Hart,
Desiderio Navarro y otros, hasta generales, empresarios y demás
miembros de la dirección del país. Súmese a
esto un creciente número de creadores, profesionales y ciudadanos
de todas las coloraturas ansiosos de cambio. Con un peso específico
menor dentro de la Isla, pero con reales potencialidades económicas,
ahí están los exilios cubanos de este mundo.
La solución bolivariana en Cuba sufre desgaste
y una crisis de credibilidad creciente. Hoy por hoy, ciertamente
el enemigo mayor del mesianismo de Fidel Castro no está entre
los que padecen en las cárceles o viven aferrados a su aprensión
y a su peligro, mientras hacen oposición. Son otros los enemigos
con reales posibilidades, y Fidel Castro lo sabe.
La obra de Fidel Castro hace aguas de igual forma
ante una opción china o vietnamita, que ante una transición
democrática radical. Sucede que los que más cerca
están de lograr el ansiado naufragio no son los opositores
frontales sino los moderados o reformistas de dentro, con lugar
e influencias dentro del gobierno.
Cabe esperar que si Castro no muere en el momento
y lugar adecuado, habrá movidas interesantes y quizás
hasta una inevitable efusión de sangre. No veo otra forma
para consolidar el poder de los ciertamente impopulares seguidores
de Fidel Castro y de su discípulo amado de Venezuela en Cuba.
En la actualidad el laborantismo de la oposición
interna alcanza cotas insospechadas un tiempo atrás. Iniciativas
ciudadanas dirigidas a modificar la ley electoral, a lograr la reapertura
de una universidad católica o a conseguir el retiro definitivo
de Fidel Castro se conjugan unas con otras. Se percibe un ascenso
de la participación ciudadana, desusada en el ambiente político
cubano.
Quizás estemos abocados a otro proceso político
de corte estalinista. Es posible que el único camino viable
para lograr una precaria aceptación a la confederación
con la Venezuela chavista sea una purga entre la élite de
poder cubana.
Lo cierto es que la concreción del pensamiento
político de Fidel Castro está en veremos. Esta variable
cuenta con escasa popularidad.
El último incidente en la pasada Cumbre Iberoamericana,
que involucró al presidente español José Luis
Rodríguez Zapatero, a l rey Juan Carlos I de Borbón
y al mandatario venezolano, Hugo Chávez, marca una pauta
muy negativa. Una confederación entre ambos países,
Venezuela y Cuba nacería lastrada por el creciente desgaste
de sus figuras políticas. El más reciente proceso
electoral dice mucho sobre este particular.
Un análisis
sobre esta situación fue facilitado por el equipo de realización
de la Revista Vitral. La revista continuó con sus entregas
a despecho de que anunció el cierre de sus puertas en abril
de 2007, por mandato de la alta jerarquía eclesiástica,
que en aquel momento alegó falta de fondos. El miembro del
equipo que la hizo posible, en pausa sabática hasta el próximo
abril de 2008, preparó este analisis. La autoría corresponde
a la profesora Irene A, Jerez.
Del mismo se desprende que más del 10 por
ciento de los cubanos con derecho al voto han mantenido el valor
de disentir de alguna forma. De acuerdo a esta cifra, más
de 800 mil votantes se pronunciaron de esta forma.
Los territorios más destacados por su
disentimiento fueron en orden: Isla de la Juventud 14,49 por ciento;
Ciudad de La Habana, 14, 25; Holguín, 12, 02; Pinar del Río,
11, 30 y Camaguey 11, 25 por ciento. Los datos utilizados fueron
publicados por el diario oficialista Granma en su edición
del sábado 27 de octubre.
Análisis
de los Resultados de las Elecciones en Cuba
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