El
proveedor de Talca
Odelin Alfonso Torna.
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Seguramente
por estos días, los vinicultores y cerealistas de San Agustín
de Talca, en Chile, se encuentren enrolados en los preparativos
para el concierto pendiente del trovador Silvio Rodríguez.
Está previsto que Silvio asista, la ultima
semana de noviembre, a los actos de homenaje a la cantante y poetisa
chilena Violeta Parra, con motivo del aniversario 90 de su nacimiento
y a 40 de su muerte.
Un reclamo judicial chileno arremetió, en
marzo de este año, contra el empresario y diputado cubano
a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Silvio Rodríguez.
El cantautor, indignado por el costo excesivo de las entradas, suspendió
su concierto en Talca. En gesto de generosidad, propuso un espectáculo
gratuito a la comunidad, pospuesto para el 2 de diciembre próximo.
Me viene a la mente el artículo Una señal
potente, publicado por el abogado comunista chileno Eduardo Contreras,
en el semanario local El Siglo. El texto fue reproducido por el
diario Juventud Rebelde el pasado sábado 15 de septiembre.
Quedó regocijado el abogado por la generosa
oferta de un concierto gratuito del trovador. Como si la Habana
y sus “modestos diputados” no conocieran el excesivo
costo de la vida. Debe ser más fácil regalar la nueva
trova a borbotones, antes que cuestionar en plenaria por los precios
prohibitivos de la tarifa eléctrica o del mercado agropecuario.
No obstante, en lo que se cocina la teoría
de llevar la cultura a los centros penitenciarios del país,
promulgada por Silvio en ordinaria asamblea de diputados, se puede
ir desafiando la justicia en Talca o en la Conchinchina.
No es su debut en la protesta para quien asumió
con rebeldía el periodo de las prohibiciones ideológicas.
El trovador se suma, en oratoria, como paradigma defensor del derecho
a acceder a las diferentes manifestaciones de la cultura. Lo quiere
sin restricciones, a más de 3 mil metros sobre el nivel del
mar y con el consentimiento o no de la presidenta Bachelet.
El abogado comunista recuerda que, a pesar de vivir
exiliado varios años en Cuba y asistir a numerosos conciertos
de Silvio, no ha podido conocerlo personalmente.
Contreras rememora que Silvio estuvo prohibido en
Chile durante el régimen de Augusto Pinochet: “Recordamos
cómo durante la dictadura circulaban secretamente de mano
en mano los casetes y los viejos discos con las canciones de Silvio
prodigando esperanza, levantando ánimos, encendiendo luces”.
Don Eduardo, usted desconoce que en marzo de 2003,
75 opositores pacíficos cubanos prodigaron la esperanza para
el pueblo cubano sin acordes de guitarra. Fueron arrestados por
el solo hecho de disentir del régimen y hoy 59 de ellos cumplen
condenas de hasta 28 años de cárcel.
La circulación secreta o ilegal de la canción
llamada “protesta”, no solo forma parte de las desobediencias
sociales de los chilenos en su régimen dictatorial. En nuestro
cincuentenario encierro, que supera cuatro veces el periodo gris
chileno, cantantes como José Luis Rodríguez (El Puma),
Oscar De León, Celia Cruz, y Willy Chirino pasaron por la
guillotina de la comisaría cultural cubana.
No se puede dejar de mencionar a los talentosos músicos
cubanos en el exilio, que por el rojo o el verde color de la censura
castrista, dejaron de escucharse en su tierra natal.
No hay mejor testigo que Silvio, si de rememorar
se trata, cuando los Beatles estaban prohibidos en las radioemisoras
del país. Escuchar a los Beatles y tener la cabellera sobre
los hombros en las décadas de los 60 y 70, es lo que decimos
hoy, profesar a la sombra el cambio y la democracia.
Ya comenzó el apoyo mediático a Silvio
en los medios de comunicación nacional. La premisa estuvo
a cargo de la periodista Liliet Heredero, el lunes 12, en las culturales
de la tele revista Buenos Días.
Quizás se materialice el encuentro deseado
por Contreras y logre dialogar personalmente con Silvio sobre el
derecho de libre acceso a la cultura en Chile, ¡donde si no!
Ya el abogado le echó una mano en el diario El País
y Juventud Rebelde rebosó su ego a tiempo completo.
De momento, les aconsejo a los pobladores de
Talca que conserven sus boletos de entrada y no los tiren al caudaloso
río Maule. Recuerden que Silvio Rodríguez es un proveedor
de esperanzas, en Talca y en las prisiones de Cuba. En el plenario,
es uno más en la junta de empresarios cubanos autorizados.
¿Me equivoco?
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