20 de noviembre de 2007
 
 
Crónica            
20 de noviembre de 2007

Machetazos y pedradas en las escuelas

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - La violencia sigue en aumento en las calles y en las escuelas de ciudad de La Habana. Los protagonistas son adolescentes y jóvenes. Las autoridades y la prensa no mencionan y mucho menos dan soluciones al asunto. Por el contrario los medios de difusión no dejan de mencionar casos ocurridos en Finlandia, o en Estados Unidos y enmudecen ante lo que acontece en nuestro propio patio.

La marginalidad se ha transformado en una norma de mala educación bajo el régimen cubano. Esta fue la idea planteada por el escritor y poeta Miguel Barnet ante las cámaras de la televisión cubana. Y las palabras textuales de una madre que no sabía qué hacer ante un acto de violencia que pudo comprometer la vida de su pequeña hija y la de otros niños de entre seis y 11 años que asisten a la escuela Manuel Valdés Rodríguez en el Vedado.

Dos jóvenes de 17 y 18 años se fueron a las manos en la mencionada escuela. La bronca culminó entre piedras, machetazos, palos y la inútil intervención de profesores. Uno de los muchachos resultó herido en la trifulca.

Niños más pequeños y algunos padres se vieron en la necesidad de guarecerse en el interior del inmueble. Esta escena es el pan nuestros de cada día en varios centros estudiantiles y no en pocas oportunidades culminan en derramamiento de sangre. Es más impactante un machetazo que la herida producida por un arma de fuego, por lo que muchos se preguntan por qué no se combaten estos episodios.

Tal vez a algún sesudo del Ministerio de Educación (MINED) se le ocurrió unir en el mismo centro docente a muchachos de diferentes edades. En la escuela Valdés Rodríguez sesionan al mismo tiempo una primaria (6 a 11 años) y una escuela politécnica de profesores de educación física (15 a 19 años), algunos de ellos con problemas de conducta.

Asimismo, hay otros centros educativos donde se adiciona la confluencia de alumnos secundarios (12 a 14 años de edad) y universitarios (desde jóvenes a adultos mayores); lo cual forma parte del proyecto de municipalización de la enseñanza universitaria. Esta mezcla de edades complica el panorama. Se debe en parte a la escasez de inmuebles y al deterioro en que se encuentran muchos recintos de la Universidad de La Habana (actualmente en reparación).

Esta misma violencia es extensiva a las calles. Los muchachos abandonan los centros docentes. No son pocos los actos delictivos que se derivan de la conducta agresiva de los infantes. Asaltos a mujeres y a otros jóvenes, hurtos de cadenas y otras prendas, maltrato a la propiedad pública y privada.

En días pasados a un adolescente se le amputó una pierna luego de recibir una puñalada que le propinó otro muchacho. La herida le interesó el nervio ciático. Otros tantos han fallecido a consecuencia de viajar sobre los ómnibus urbanos, colgados en sus y patines.
El opositor Silvio Benítez Márquez, residente en la localidad Punta Brava, La Lisa, comunicó a este reportero que un joven perdió la vida en otro incidente violento en una rotonda próxima a ese municipio. Benítez Márquez recalcó que es penoso que la policía se dedique a hostigar a los que disienten del gobierno, mientras ocurren actos delictivos en la ciudad.

“No es del todo culpa de los jóvenes. Esta generación creció apreciando que la sociedad roba para sobrevivir, en medio de la pobreza económica impuesta por el gobierno” –enfatizó un hombre a este reportero.

Los padres han acudido a denunciar muchos de estos hechos a las diferentes instancias del Ministerio de Educación, no son pocos los llamados que han hecho a otras autoridades. Sería penoso que no se tomara conciencia para empezar a solucionar el problema.

Imprimir

CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.

 
 
CubaNet no se responsabiliza por el contenido de las páginas externas