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Crítica la situación en Santiago de
Cuba
Redacción de El Nuevo Herald
EN LA oriental provincia de Granma el panorama es también
desolador. Los pobladores permanecían ayer incomunicados debido
a las inundaciones causadas por las intensas lluvias.
La provincia de Santiago de Cuba, en el oriente de la isla, se encuentra
prácticamente incomunicada por el severo impacto de las lluvias
e inundaciones recientes sobre las carreteras y los puentes del territorio.
Reportes periodísticos indicaron ayer que los daños
causados por la tormenta tropical Noel superan ampliamente las cifras
preliminares, dadas a conocer la víspera por las autoridades
gubernamentales.
El comunicado oficial --publicado el pasado jueves en los medios
oficiales-- situó en unos $500 millones las pérdidas
ocasionadas en las cinco provincias de la región oriental,
incluyendo graves daños en carreteras, caminos y vías
ferroviarias.
El panorama santiaguero no puede ser más desolador.
''Grandes huecos y badenes bajo las aguas en autopistas y otras vías;
bases de puentes y alcantarillas socavadas; caminos inundados; varios
puntos de las vías férreas dañados... son el
espectáculo a la vista de cualquiera que llegue hoy a este
territorio'', describió un reportaje del diario Juventud Rebelde.
Directivos y especialistas coinciden en que ``el golpe más
duro de Noel en Santiago de Cuba se concentró en los viales''.
Un informe del Ministerio de Transporte indica que son más
de 4,520 kilómetros de viales perjudicados, el 61 por ciento
de los existentes en la provincia santiaguera. Unos 44 kilómetros
de las sendas de interés nacional presentan dificultades para
la normal circulación de vehículos.
La situación es altamente preocupante tanto para la distribución
de alimentos como para las inminentes tareas preparatorias de la próxima
zafra azucarera, que debe arrancar en diciembre.
Distribuir alimentos y otros productos de primera necesidad en los
municipios, y el normal desplazamiento en las localidades de montaña,
se tornan tareas titánicas, pues 2,651 kilómetros de
carreteras y caminos resultan intransitables, según el reportero
de Juventud Rebelde.
También es alarmante la extracción de productos agropecuarios,
al punto de que el Ministerio de Agricultura solicitó a las
altas esferas gubernamentales el envío de una brigada especial
de camiones capaces de vencer el fango acumulado en 1,141 kilómetros
de caminos.
Respecto a la arrancada de la zafra azucarera, hay mucha tensión
entre los trabajadores del sector en la provincia, pues tendrán
que resarcir los daños en 689 kilómetros de caminos
y vías en momentos en que existe atraso en el mantenimiento
de los centrales, la maquinaria agrícola y el transporte en
los ingenios involucrados en la venidera contienda.
Funcionarios consideran que la provincia ha retrocedido unos seis
años en materia de viales.
Mientras, a 177 ascienden las obras de fábrica o alcantarillas
dañadas y suman ya 42 los puentes inutilizados parcial o totalmente.
Sitios reconocidos como el emblemático puente sobre el río
San Juan, en los alrededores de Santiago de Cuba, no resistió
la violencia de la crecida, que levantó el soporte central
de la mole de hierro, dejándolo desnivelado y abierto por su
parte central.
Aunque con medidas de extrema precaución, se informó
que ha sido ya restablecida la circulación de trenes de carga
y pasaje.